Cuajada tradicional y de ruta por el norte de Navarra

 

  ¿Cómo vais? ¿Ya estáis de vacaciones? Yo sí, y aún me quedan un par de semanas. Hace un mes que no publicaba nada. Entre el fin de curso y las vacaciones me he relajado con el blog. Y hace ya 5 años que empecé a publicar mis recetas en el blog!!!!!!!!! Parece que fue ayer cuando me inicié en el maravilloso mundo de la repostería. Pensé que me cansaría, que no me ilusionaría tanto contaros mis historias, mis recetas y creaciones, pero como veis aquí sigo 5 años después y con la misma ilusión que el primer día pero con más experiencia.

  Las próximas recetas que os traigo serán de lo más tradicionales y con leche fresca de oveja y cuajo que me he traído del norte.

  Los que me seguís en Instagram sabréis que he estado unos días en Navarra y el País Vasco disfrutando de mi familia y unos de mis mejores amigos. Paisajes de ensueño, prados verdes, bosques infinitos de castaños centenarios, fresnos, robles, arces, helechos, hayas, cascadas, ríos y una casa rural maravillosa en la zona de Montaña de Navarra. Un oasis de tranquilidad y encuentro con la naturaleza de los Pirineos.

  Ya sabéis que en los últimos años hemos estado por el norte, en Asturias, Cantabria y País Vasco. Aunque el Mediterráneo nos tira mucho, es muy refrescante pasar parte del verano en el norte. Para unos valencianos de sol y playa es lo más. Huir del sofocante calor y de la humedad.

  La casa de estilo rústico y tradicional está situada en Azquilarrea, en el municipio de Arantza (o Aranaz, el nombre histórico en castellano), un pintoresco pueblo de 650 habitantes al noroeste de Navarra. Es una de las cinco villas (la más aislada) de la montaña o Bortziriak que se sitúan a ambos lados del río Bidasoa. Situada en los Pirineos Atlánticos, la zona de Navarra más cercana a la costa.

  La casa tiene nombre propio, Haizegu. En euskera Haize-hegoa significa viento del sur, pero en Aranosa se acortan mucho las palabras y por eso dicen Haizegu. En la casa, obviamente, pega mucho el viento del sur, de ahí el nombre. Con su tejado, su piedra, la balconada, el porche y las contraventanas de madera es realmente preciosa, rodeada de pastos, cerca de un caserío familiar y con su propia fauna:

gallinas y perros que hicieron las delicias de los niños, los perros Lur (Tierra en euskera), la mayor, y Mendi (montaña en euskera), el cachorro. En el caserío de al lado que es de la familia de los dueños de la casa, había otro Collie llamado Pintxo. Ya os imagináis lo felices que estaban ellos y mis hijas y su amigo Víctor. Por la mañana excursión y a comer fuera y por la tarde paseo y a disfrutar de la casa y de los perros.

  Como bien sabéis, en casa hemos tenido más gatos que perros por cuestión de espacio pero tener la oportunidad de además tener perros en la casa rural fue una pasada. Los niños disfrutaron muchísimo. Además de la zona de terreno con césped y los columpios.

  Ir por huevos frescos de las gallinas todos los días era una tarea obligada para los niños. Las gallinas siempre ponían un huevo cada una al día y los dejaban en una esquina, siempre en el mismo sitio.

Pequeños detalles que lo dicen todo.

Cuidando hasta el último detalle.

  La casa tiene todas las comodidades sin perder ese aire rústico y tradicional.

Con un porche amueblado y una barbacoa de obra a la que por supuesto no le faltaron buenos chuletones, solomillos, hamburguesas de carne de la región y chistorra. Y mucho espacio para que los niños desfogaran y corrieran por doquier. Desde aquí además quiero dar las gracias a Maite, nuestra casera, por su amabilidad y por tener la casa tan arreglada y limpia, cuidando cada detalle. Por sus recomendaciones. Por dejarnos disfrutar de los perros de la casa. Hasta nos dio patatas de su huerto. Un encanto conocerla y a su pequeña hija Lorea, preciosa y muy simpática.

Las vistas que teníamos cada mañana desde nuestra habitación.

Un pequeño paraíso en plena montaña.

Rodeados de naturaleza.

  Disfrutamos de la cascada de Putzubeltz.

Aunque mis hijas disfrutaron más lanzando palos a Lur que se lo pasó pipa bañándose en las frías aguas de la cascada mientras los buscaba.

  Pensamos que nos llevábamos a la perra de paseo pero era ella la que nos llevaba a nosotros.

Un paseo por la calzada que baja hasta Arruzpi rodeados de árboles y algunas setas.

Salir a hacer rutas de senderismo por cómodas calzadas nos lleva a parajes como este.

  Y para reponer fuerzas cuajada de leche fresca de oveja con un chorrito de miel, estas que nos comimos en la casa son de la marca Goshua.

El kaiku grande es de la casa, el pequeño lo compré en una ferretería en Elizondo.

  La tradición ha conservado hasta nuestros días estos manjares gastronómicos como la cuajada (gaztambera) que se producía con leche de oveja y cuajo. La leche de oveja se ordeñaba y recogía en un recipiente llamado kaiku. De curiosa morfología, como veis,parece una jarra baja de cuerpo cónico e inclinado, con pico vertedero largo y un gran asa labrada en la misma pieza, por lo general asomada a su boca. El más tradicional es el tallado en madera de abedul (blanda, poco pesada pero resistente y abundante en el País Vasco y el norte de Navarra). Hay dos modelos principales uno para el ordeño (más inclinado para facilitar el proceso) y otro para presentarlo o servirlo en la mesa. Para hervir esta leche, como el recipiente era de madera y no se podía poner directamente al fuego, se utilizaban piedras incandescentes (esne harriak) que se vertían haciendo hervir la leche y obteniendo de ese modo un aroma y un sabor del característico requemado (kizkilurrin). Esta leche, una vez hervida, se dejaba enfriar  a 38º C y se le añadía el cuajo animal (que procedía del 4º estómago de los rumiantes) consiguiendo la cuajada.

Siempre es buen momento para comprar unos «souvenirs».

 

  Y ahora os explicaré la receta de hoy, cómo hacer unas ricas cuajadas de leche fresca pasteurizada de oveja. Vamos con la receta. Los ingredientes pocos pero de calidad. La leche la encontré en el supermercado SUMA de Santesteban. Es de la marca Ultzama que tiene su empresa en el mismo valle navarro de Ultzama, con ganadería propia (ovejas de la raza francesa lacaune) y elabora desde leche fresca de oveja a cuajo, quesos, cuajadas, … Y el cuajo también es de la misma marca. En el supermercado tenían tres tipos de leche fresca pasteurizada de oveja de Ultzama: normal, con una pizca de azúcar añadido y kizkilurrin. Pero como bien explican ellos en su web …

  «Postres Tradicionales de Ultzama, queriendo seguir con la tradición, elabora leche de oveja pasteurizada ya con ese sabor a kizkilurrin para que puedas hacer la tradicional cuajada “quemada“ de Ultzama sin tener que utilizar piedras ni hierros al rojo vivo. Ese ligero sabor a quemado se consigue a través de la caramelización del azúcar de la leche (la lactosa), la leche se puede elegir “con azúcar” o “sin azúcar”. Hay tres tipos de cuajo según su origen: animal, vegetal y microbiano. Nosotros te ofrecemos el cuajo de origen microbio que coagula la leche cuando esta se encuentra a 50-60ºC, nos parece el más indicado para garantizar la higiene de la cuajada. También te facilita el cuajo microbio que cuaja la leche a unos 55-60ºC ganando en higiene respecto a la antigua cuajada que se cuajaba a la temperatura ideal de desarrollo de microorganismos patógenos.

  En el Valle de Ultzama, desde el año 2.010, se celebra anualmente en el mes de Junio, el “Día de la Cuajada”. Durante este día, se realizan demostraciones como la elaboración del colchón de lana, el ordeño de ovejas y por supuesto la elaboración tradicional de la cuajada. Además hay exposiciones de diferentes artesanos del valle y degustaciones de los mejores productos».

  La cuajada es un postre tradicional típico de la gastronomía del norte de España, del Valle del Pas en Cantabria, del Valle de Ultzama en Navarra, de Castilla León, La Rioja, el País Vasco, Huesca, … De textura suave y cremosa está  elaborada principalmente con leche de oveja. En algunas zonas se utiliza leche de cabra, e incluso de vaca, pero la manera tradicional es elaborarla con leche de oveja. La leche de oveja tienen más materia grasa (20% frente al 10% de la de vaca), un extracto seco más alto y eso es lo que hace que sea muy consistente y la más idónea para producir este postre. Su elaboración es muy sencilla y se hacía siguiendo la receta de los pastores, que ellos mismos elaboraban en la época en que parían las ovejas, principalmente en primavera.

  La cuajada es un producto que se obtiene por la coagulación de la leche añadiéndole cuajo. En sus orígenes procedente de las propias ovejas paridas, concretamente de su estómago. Es un postre lácteo, pero no fermentado (como en el caso del yogur, por ejemplo), es una «leche cuajada». Para degustarla se le va añadiendo miel o azúcar según se va consumiendo, pero sin remover. Es decir, se recomienda meter la cuchara y, sin revolver, ir comiendo de arriba abajo para apreciar la textura de la cuajada, la miel y los frutos secos. No se remueve como un yogur. También se elaboran cuajadas de chocolate, turrón, … y se puede elaborar tartas, helados, y otras preparaciones.
  Según la tradición histórica el cuajo se descubrió por primera vez aproximadamente hace de 4.000 a 5.000 años en Egipto. Se empleaban tripas y, sobre todo, estómagos. En aquella época, para realizar grandes desplazamientos se empleaban los estómagos secos de animales. En ellos se guardaban líquidos como el agua y la leche. Fue así como se supo que esta última, al alcanzar a una determinada temperatura, se cuajaba por la intervención de una enzima, consiguiendo de esta forma que el producto se conservase más tiempo gracias a la enzima del cuajar. De este modo se desarrolló a lo largo de los siglos el arte de hacer quesos. Este derivado lácteo no es otra cosa que el resultado de la acción de una enzima llamada renina, fermento o cuajo, y que tiene la propiedad de coagular la caseína de la leche. El cuajo natural se relaciona por tanto con la producción del queso desde tiempos inmemoriales. Si solo coagular la leche, obtienes la cuajada; si continúas con el proceso y la desueras, consigues el queso fresco y, a partir de ahí, si sigues separando el suero de la leche y vas añadiendo tiempo de curación, obtendrás quesos con diferentes puntos de maduración. La madera, y después el barro y el vidrio, son los elementos que mejor preservan la elaboración los postres tradicionales.
  Existen tres tipos de cuajo: animal (del 4º estómago de los rumiantes), vegetal (se extrae de vegetales como la flor de cardo o el galio, conocida como planta «cuajaleche» muy abundante en terrenos húmedo como los de Navarra y País Vasco) y microbiano (como el Rhizomucor Miehei del cuajo líquido de Ultzama).

  Pues con la leche fresca de oveja y el cuajo os explicaré como hacer este postre tan sencillo y tan tradicional. Os resultará muy fácil de preparar. Elaborar una auténtica cuajada artesana es muy sencillo, solamente debemos tener en cuenta dos factores, por un lado la calidad de las materias primas, leche de oveja y cuajo, y por otro lado la temperatura a la cual se realiza la reacción. Esta leche es 100% leche de oveja y ha sido sometida a un proceso de pasteurización y homogeneización, y por tanto no hace falta hervirla ni cocerla; solamente con templarla es suficiente. La leche debe ser entera y fresca (pasteurizada solamente, no uperisada). Es decir, no de brick si no fresca, la encontraréis solo en la sección de refrigerados.

Cuajada

INGREDIENTES (para unos 6 tarritos pequeños):

– 1 l de leche de oveja fresca pasteurizada (no de brick), yo he utilizado kizkilurrin de Ultzama

– 3-4 gotas de cuajo para cada tarrito (18-20 gotas para recipiente grande de 1 l)

 

  Puesto que la leche de oveja que he utilizado está pasteurizada no hace falta hervirla. Preparar los tarritos con 3-4 gotas de cuajo, yo lo he utilizado químico y la temperatura que recomienda de la leche es 55ºC. Calentar la leche, sin dejar de remover, hasta 55ºC aproximadamente (si no se dispone de termómetro viene a ser cuando empiece a humear). Esa es la temperatura a la que recomienda el fabricante de mi cuajo que se debe añadir la leche (en caso de no utilizar cuajo Postres Ultzama ver instrucciones de fabricante). Verter la leche sobre los tarritos (siempre poner el cuajo previamente, nunca después) y dejar que cuaje al menos 10 minutos sin mover los recipientes. Cuando estén fríos guardar en la nevera cubiertos por film o papel Albal.

Se puede consumir tal cual,

acompañada de frutos secos

como estas nueces pecanas

o de un buen chorro de miel.

Esta miel en concreto es de Brezo, de La Rioja.

  Se recomienda no «batir» los ingredientes con la cuchara sino coger las texturas diferentes en la misma cuchara y mezclar en la boca para apreciar la suavidad de la cuajada. Como veis está totalmente cuajada sin hacer nada más que añadir las gotas de cuajo.

Como veis una de las cuajadas la hice en el kaiku tradicional.

¿Y a ti cómo te gusta más? A mi con miel y nueces.

  Esta que preparé en unos tarros rojos nos la comimos previamente en Navarra, es de la marca Goshua. Para San Fermín sacan un envase especial con el color rojo de los Sanfermines. Tengo una amplia colección de tarros de todas las formas y colores. Además hace juego con mi jarra (también reciclada, de miel cántabra). Aquí no se tira nada, y si es bonito menos aún. Y tenía que repetir la sesión de fotos con nueces ibéricas jejeje.

  Ojo al dato, la siguiente versión será de chocolate, sin azúcar y está mmmmmmmm.

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Fin de semana en una Camper Van

  ¿Os acordáis de la Tarta Camper Van? Pues la original, el modelo Mohawk de Vanyou, la hemos podido disfrutar este fin de semana. Era la primera vez que hacíamos un viaje en Camper Van y ha sido una experiencia inolvidable. Las niñas (y nosotros) se lo han pasado pipa. Ha sido toda una aventura !!!!!! Gracias a Paula y Chema por permitirnos tener esta maravillosa experiencia. Es curioso llevar una mini casa a cuestas con pequeños detalles y comodidades que te facilitan la estancia y el transporte en carretera. Sin duda para repetir.

      

 

  La fugo viene totalmente equipada con mini nevera, menaje (incluye cafetera italiana), hornillo de gas, depósito de 20 litros de agua, fleco de ducha, 2 camas (una en el techo), calefacción y A/A, generador para cargar o enchufar aparatos eléctricos, mesa y sillas de camping, espacio para guardar comida y cajón para ropa, útiles para lavar menaje, mesa plegable interior, techo elevarle muy cómodo para permanecer de pie dentro de la furgo, hasta llevábamos un WC portátil por si las moscas, … La noche del sábado la pasamos estacionados en el camping Fonts de l’Algar por 10 euros la noche. Pudiendo disfrutar de sus instalaciones.

     

  En fin, muy completa, perfecta para recorrer kilómetros sin necesidad de alojarse en hoteles. Aquí tenéis los detalles de su equipación. ¿Quieres hacer un viaje diferente? ¿Parar sin preocuparte del alojamiento y tener comodidades en un sólo vehículo? Prueba algo diferente, divertido e inolvidable, prueba la experiencia de viajar en una furgoneta Camper. A nosotros nos ha conquistado. Y por eso os cuento nuestra experiencia. Ha sido un fin de semana de lo más completo.

A mis hijas, lo de dormir en el techo elevable les encantó.

  Salimos desde Valencia con destino a:

  • El lago de Anna, en la provincia de Valencia, una albufera con un bonito paraje perfecto para disfrutar de la tranquilidad y hacer un picnic, disfrutando de la naturaleza. El precio al público por el acceso es de es de 3 euros.

  • Bocairent, en la provincia de Alicante. Es un pueblo muy bonito. Nos encantó ir a les Covetes dels Moros (las cuevas de los moros), unas cuevas excavadas por el hombre en la época de la invasión árabe en la Comunidad Valenciana. En la entrada del pueblo encontramos una zona perfecta para un picnic.

  • El Castell de Guadalest o Casa Orduña, desde el que se ve el embalse de Guadalest.

  • Callosa de Ensarrià, también en Alicante. En la cuna del níspero. Una zona muy bonita donde pudimos visitar Les Fonts d’Algar (las fuentes del Algar)

  • La albufera de Valencia, un parque natural, un humedal único, hábitat de aves acuáticas, con sus arrozales y aquí, en mi tierra. A un paso de la ciudad tienes un entorno natural envidiable.

Como veis el fin de semana ha dado mucho de sí, pronto repetiremos seguro. Espero que os animéis. Con Vanyou tenéis la opción de contratar estas fuegos en Valencia, Málaga y Mallorca. Desde la primera y original Mohawk hasta las últimas incorporaciones aún mejor equipadas. No os lo perdáis, merece la pena. Además Paula y Chema son encantadores.

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Guía dulce de Praga

  Ya sabéis lo mucho que me gusta viajar. Pues bien, esta vez el destino es una de esas ciudades monumentales europea, la vieja Praga. La ciudad de las Cien Torres. Ya sabéis que este no es un blog de viajes pero siempre os muestro parte de la repostería de algunos sitios que visito, y algún retazo de ciudades o pueblos que vale la pena visitar.

  Praga es una ciudad llena de historia, medieval, con el suelo adoquinado, bañada por el río Moldava, de esas que se puede pasear tranquilamente. Todas las calles céntricas son más bien estrechas, no hay grandes avenidas así que da gusto pasearla y las distancias son cortas. Cogimos un día el tranvía para ir al castillo (Hrad), que es en sí una ciudad dentro de otra ciudad. Su grandeza se observa ya desde el puente Carlos (Karlův Most), el más antiguo de la ciudad. No os perdáis la catedral de San Vito en el Hrad, es preciosa. Luego recorrimos los alrededores a pie. Bien vale un paseo bajar desde lo alto del castillo por las escaleras y la calle Nerudova hacia Malá Strana (la pequeña Ciudad Real) y cruzar de nuevo el puente de Carlos hacia la Ciudad Vieja.

  El frío no fue un problema, y eso que llegamos a ver en el termómetro -9ºC pero con buen calzado, ropa de abrigo y un buen vino especiado caliente se lleva mejor.

  Cuando vas de vacaciones todo lo ves bonito ¿verdad? Si además la ciudad te recibe con una nevada y tienes la oportunidad de ver esta maravillosa ciudad cubierta de nieve ¡qué más se puede pedir!

  Praga, la ciudad de las mil torres y los mil campanarios parece un escenario teatral. La ciudad de oro, la ciudad bohemia, una de las tres puntas del triángulo mágico europeo. Cuna de alquimistas, magos, sueños, títeres, matemáticos y músicos.

  Como viene siendo habitual en los últimos años además de disfrutar de la ciudad y de su gastronomía en general también os traigo algún postre típico de la ciudad. En Praga los dulces merecen un capítulo aparte.

  Las tartas, dortý, cubiertas de crema de almendras, de chocolate, de vainilla o café. Pasteles bañados con ron, rumore řezy. 

  Los kremrole, canutillos rellenos de crema ligera y espumosa.

  Los kolače, tartaletas elaboradas con masas de levadura de cerveza, hojaldre o pasta quebrada, rellenas de requesón, semillas de amapola trituradas y cocidas con miel y leche, o con povidla, un tipo de mermelada concentrada.

El buchty, un dulce que consiste en bolitas de masa fermentada rellenas que se toma recién sacado del horno. Las palačinky, crepes rellenas de mermelada, nata, fruta, helado o chocolate caliente. Como veis hay mucha variedad.

Krusta  Bakery se encuentra junto al Puente de Carlos en Malá Strana (ciudad pequeña)

  Si quieres darte un homenaje ve a una pastelería, cukrárna, o a una panadería, pekárna

   Capítulo aparte merecen los Trdleník

  También llamados TrdleníkSkalický Trdelník, Kürtős Kalács, kürtőskalács o chimney cakes. Trdleník, sí, no lo he escrito mal, no penséis que me he comido alguna vocal. Traen un poco de controversia entre los praguenses. Si buscáis una guía antigua de la ciudad no los encontraréis entre sus delicatessen. Y es que aunque están por toda la ciudad en mercadillos y puestos callejeros, en realidad, no son tan típicos de Praga. Pero es inevitable el probarlos. Desde hace unos 10 años inundan la ciudad con sus puestos callejeros. El Trdelník es de origen eslovaco y ha invadido las aceras de Praga. Es una masa fermentada que se estira y se enrolla en un Trdlo, palo de madera o hierro colado, y se asa sobre brasas, este palo le da su forma característica.

Trdleník de Krusta Bakery

  La forma final es la de una masa cocida al fuego de forma cilíndrica y hueco en su interior, con ligero sabor ahumado que se recubre de una mezcla de azúcar y canela, a veces también con trozos de frutos secos como nueces o almendras. Se puede hacer cilíndrico o cónico. Se toma tal cual, o untando sus partes interiores de Nutella o rellenándolo de helado, nata con fresas, … A mí la idea de comer helado a -9ºC no me atraía nada, más bien lo hubiera rellenado de vino caliente. Para ser tan azucarado no es especialmente dulce, depende del relleno. En los carteles de cada quiosco se anuncian como producto checo tradicional, en algunos incluso se dice que lo están produciendo desde 1.890.

  El trdelník es un plato cuyo origen en realidad radica en la región de Transilvania, que en aquella época pertenecía a Hungría. El nombre original es Kürtős Kalács o kürtőskalács. El término procede de kürtő, que significa «chimenea». El nombre original en húngaro significa «pastel con chimenea», refiriéndose a su forma de chimenea pequeña, con el vapor saliendo por arriba. De ahí se extendió a otras regiones de Hungría, entre ellas Eslovaquia, que fue hasta 1.918 una región de este país. Actualmente se encuentran en muchos mercadillos de Centroeuropa.

  El caso es que está rico, pero lo de típico praguense es de hace cuatro días como aquel que dice, es como decir que los gofres son típicos de Valencia porque haya muchos puestos que los preparan. No verás a muchos praguenses consumiendo este dulce.

  Eso sí el aroma de la canela tostada, así como su consistencia esponjosa y cálida de masa recién hecha, resultan ideales en los días fríos, especialmente en el marco nevado y mágico de un mercadillo invernal. Son innumerables los puestos de este típico dulce en las calles de la ciudad de Praga.

  Acompañado de un ponche caliente para sobrellevar el frío invierno praguense.

O de un vino especiado o svařené.

Aunque yo tampoco le hago ascos a un buen gofre.

    En la Plaza Wenceslao y en la Plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí) han comenzado ya los mercadillos de la Pascua, que se prolongarán hasta el domingo 8 de abril.

  En España la Pascua es de recogimiento, pero en Centroeuropa es más como una celebración de la llegada de la primavera. Me encanta.

Que te acompañe la nieve en el viaje es todo un espectáculo para una valenciana.

Poco acostumbrada a la nieve me parece un auténtico espectáculo.

  Y además de dulce, los puestos de comida del Hrad ofrecen tentempiés como este. Porque no sólo de dulce vivo yo. Ahora os enseñaré algunos de los platos que hemos probado en Praga.

  Un sitio muy recomendable si estáis en Staré Město (Ciudad Vieja) es Naše Maso. Esta carnicería-restaurante es pequeña, tiene pocas mesas y un mostrador abarrotado de carne. La calidad es muy buena y puedes comprar género para llevar o que te lo preparen allí y lo degustas al momento. La carne es de origen checo.

  Muy cerca de allí está Lokal, es un sitio con muchas mesas, es muy largo, recorre toda la calle Rybná. Buena cerveza y comida checa a buen precio. Tiene otros 4 locales en la ciudad. Probamos una sopa de pollo con fideos y albóndigas de hígado, un entrecot y por su puesto acompañado de la típica guarnición checa, albóndigas de pan.

  Muy cerca de nuestro hotel, en el C.C. Palladium encontramos este restaurante que al principio nos pareció un poco turístico pero la verdad que la comida estaba buenísima y a muy buen precio. En Old Prague pedimos una sopa goulash servida en pan (Gulášová polévka v chlebu)  que estaba mmmm. Y una bandeja con un surtido de carne de pato, cerdo, jamón de Praga, salchicha y col , un plato para compartir (Staropražský pekáč). Aquí son muy de acompañar la carne con col lombarda y de repollo tipo chucrut. También encontraréis como guarnición unas rodajas de albóndigas de pan y otras de patata (bramborové a houskové knedlíky). Y todo regado con la bebida nacional, unas buenas cervezas. Calidad-precio muy buena.

¿Alguna vez habéis cenado en una cueva con estalactitas? Pues si os apetece podéis ir a la zona de Nové Město al restaurante Tritón.

  Escondido en el sótano de un hotel de la plaza Wenceslao se encuentra esta «cueva» que se inauguró en el año 1.912.

  Pedimos un menú degustación checo, muchos platos, cantidades pequeñas, pero estaba bueno menos la Apple Strudel que fue decepcionante. No es barato pero nos dimos el capricho. Para una cena romántica diferente.

  Al día siguiente me apetecía a media mañana un buen brunch, el día estaba lluvioso y frío. Me decanté por un sitio con historia, el Café Louvre.

  Pedimos un desayuno completo checo, con chocolate caliente y un trozo de bizcocho.

Prague,Czech Republic 28.07.11 – Cafe Louvre / Photo by Jan Prerovsky

  Es un Café histórico inaugurado en 1.902 y por el que desfilaron Einstein a su paso por Praga, y el escritor checo más conocido a nivel mundial, Franz Kafka, antes repudiado por su pueblo por escribir en alemán, ahora venerado.

  Cuando el frío aprieta a pesar de la ropa de abrigo bien viene uno de los numerosos cafés de Praga. Como este que queda cerca de la Plaza Republik, Cacao Prague. Aunque el Apfelstrudel es más bien austríaco y alemán no pude resistirme a probarlo, muy bueno la verdad. El local nos quedaba cerca del hotel y era muy agradable.

Tampoco le hicimos ascos a esta tarta de chocolate. Riquísima.

  En el castillo, en el Callejón del Oro, del s. XVI, podéis ver unas casas situadas en los arcos de la muralla donde vivían arqueros y orfebres. Hay estancias con objetos de la época. Y yo que me voy fijando en cómo cocinaban en esa época, me llamaba la atención las cocinas con sus platos, tazas, tarros, jarras, cafeteras, molinillos, …  y por supuesto moldes para bizcochos y esas sartenes tan prácticas para hacer 4 tortitas de una sola vez.

  Y ahora nos vamos de compras. Otro sitio que podéis visitar bajando del castillo en la calle Nerudova es el Gingerbread Museum, más bien una pequeña tienda, para hacer un regalo diferente. Está llena de galletas de jengibre. Les traje dos a mis niñas y un adorno para el árbol de Navidad. Además tiene una casita de jengibre para que jueguen los niños muy cuca. Había galletas enormes con glaseado siguiendo un patrón como si estuvieran bordadas, me encantaron. Parecía ropa de bebé de verdad. Y de todo tipo. Lo encontramos por casualidad y parecía sacado de un cuento.

  Y no podía faltar una visita a un supermercado de la zona para ver qué tipo de productos utilizan. Muchos tipos de azúcares y harinas y todo un catálogo de productos de la marca Dr. Oetker de repostería. En los lácteos una envidia, natas de diferentes porcentajes de materia grasa.

  Y también por casualidad di con una tienda de menaje, textiles y decoración que tenía muchísimos productos de la marca Green Gate. Me la hubiera llevado entera, Apropos en Staré Město (Ciudad Vieja).

La tienda era una auténtica cucada.

Menaje bonito y de calidad.

  Cerca de nuestro hotel, el Grandior Hotel Prague, había tres centros comerciales muy interesantes, se encuentran en la calle Na Pořičí. Y es que si el frío apremia, anochece a las 18h y los museos, castillos e iglesias están cerrados me veo en la obligación de hacer un tour reposteril. Uno es el Florentinum y podéis encontrar una tienda de Tescoma, que es líder de productos de repostería en Chequia. Allí me vi en la obligación de traerme un molde de Trdleník para hacerlos en casa. Es que estaba muy bien de precio y no me pude resistir.

Habrá que probarlo y

dedicarle un post claro.

  Otro C.C. el Palladium, esconde una tienda de esas de las que te lo llevarías todo si no es porque todo lo que quería traerme pesaba demasiado en la maleta. Kitchen Aid, Emile Henry, Nordic Ware, Mauviel, Villeroy & Boch, Peugeot, Lekué, Kilner, Rosenthal, …

  Vamos un paraíso del que no quería salir ni arrastras. Porten & Pannen, hay varias tiendas en la ciudad, os lo recomiendo. El tercer C.C. es más modesto, Bílá labut’, en el que encontré una tienda Kika City, con mucho menaje y cosas para la casa.

  Otros sitios se quedaron en el tintero como el Café Imperial, en el que hay que reservar con al menos una semana de antelación, o el Café Savoy. Aunque cuatro días dan mucho de sí siempre queda algo pendiente. Fue una decepción que el reloj astronómico de la Plaza Vieja estuviera en restauración hasta el verano de 2.018, una pena, pero si hubiéramos ido entonces no hubiéramos visto la ciudad cubierta de nieve con ese aire mágico. Siempre hay que dejarse sitios por ver, para tener una excusa para volver en el futuro.

  No está de más llevarse unos bonitos souvenirs para recordar la ciudad ¿verdad? Y por supuesto dos de los muchos títeres de la ciudad fueron a Valencia para hacer felices a mis hijas y a mi sobrino por un rato.

  

  Me ha encantado conocer el trabajo de Alfons Mucha, un pintor y artista checo del que había visto infinidad de carteles pero no tenía ni idea de quién los había pintado ni de que fuera checo. Su salto a la fama lo logró con su primer cartel litográfico para la actriz Sarah Bernhardt y su Théâtre de la Renaissance, el cartel anunciaba la obra Gismonda de Victoreen Sardou, apareció en los primeros días de enero de 1.895 en los muros de París, y causó una auténtica sensación.

Hasta el próximo destino, espero que os haya gustado mi viaje.

Praga, una ciudad inolvidable.

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Guía dulce de Madrid

  Este fin de semana pasado mi marido tenía una reunión de trabajo en Madrid, no suelo acompañarlo, pero esta vez me apetecía ir a la capital de compras. Y ya sabéis que no me refiero a ir de tiendas de ropa, sino de repostería, cocina o decoración. Ahora os contaréyqué dio de sí esta visita a la ciudad del Oso y el Madroño.

Donde empieza todo.

  A pesar del frío y del gentío, que me recordaba a Valencia en Fallas, allá que fui a unas cuantas tiendas a las que les tenía el ojo echado. Para movernos por Madrid aparcamos el coche en el hotel, lo mejor es ir en transporte público o andando.

  Primera parada Alma’s Cupcakes, taller y tienda, C/Montesa, barrio de Salamanca. Una lástima que el curso en Alma’s Academy con Ettore Cioccia, de Babette, estuviera completo.

  Me pasó algo curioso. Mi marido me deja en las inmediaciones de la tienda, me tomo un café a la espera de que se hagan las 10h para que abra la tienda. Se hacen las 10:05, 10:10h y la tienda no abre. Yo esperando, con un frío que pelaba, mirando alelada el escaparate del Taller de Alma y de repente aparece ella. Empezando el día con @alma_cupcakes No se puede ser más maja: voy a su tienda pensando que abría a las 10h y aún faltaba una hora, me había equivocado, los sábados no abren hasta las 11h. Fue muy amable, me dejó pasar al taller para que no pasara frío, llamó a Susana, la dependienta que atiende la tienda, para decirle que me abriera un poco antes, vi su taller y tuvo la amabilidad de hacerse una foto conmigo.

  Si es que es un amor. Y como no, me fui luego a la tienda a cargar cachivaches, que una nunca tiene bastantes gadgets 😂😂😂.   Había tantas cosas, madre mía !!!! ¡Qué cantidad de moldes de Nordic Ware! ¡Y cápsulas, colorantes, ingredientes, de todo! Un paraíso para reposter@s.

  Una gran emprendedora que se merece que todo aquello que haga le salga bien 😊😊😊. Además es muuuuuyyyy trabajadora y eso merece una recompensa.

  Dicho esto cargué unas cuantas cosas en su tienda. Y aún quedaba mañana. Tenía que aprovechar porque la mayoría de las tiendas a las que quería ir sólo abren sábado por la mañana.

  Segunda parada Alambique, muy cerca del Palacio Real. No sabía para donde mirar, menaje y cachivaches de todo tipo para la cocina. Una de esas tiendas en la que es imposible no comprar nada. Todo lo que veía en las estanterías lo necesitaba 😂😂😂. Además imparten show cookings y cursos de cocina, había un cocinero americano dando su clase magistral y yo intentando no llevarme media tienda. Después de decidirme por unas cuantas cositas siguiente parada …

Su emblema es un cocinero.

Cualquier cosa que busques la encuentras.

Imposible no caer en la tentación.

Territorio de placer para cualquier gastrónomo que se precie.

Es que me hubiera quedado a vivir allí.

  Tercera parada Comercial Mínguez, en pleno centro, en una calle no muy concurrida. Una de esas tiendas de toda la vida. Su entrada no es espectacular pero dentro puedes encontrar mil cachivaches de repostería en un espacio muy pequeño. No había visto tanto molde ni cortante junto en la vida !!!!! Cómo no, encontré cosas súper necesarias sin las que podía vivir, jejeje.

  Cuarta parada, cerca del Bernabéu, Cooking The Kitchen Company. Si buscas las mejores marcas de menaje y utensilios de Lekué, Emile Henry, Le Creuset, Nordic Ware, Mason Cash, Smeg, Kitchen Aid, Bra, Buyer, Lexington, … Un paraíso de la calidad en la cocina.

  Como podeis ver, me vine cargada.

Nunca se tienen suficientes cucharitas medidoras.

Uno de los edificios más emblemáticos y más bonitos de la ciudad.

  También hubo tiempo para hacer un poco de turismo, disfrutar de un buen cocido madrileño, vermut de grifo, tapas, Hard Rock Café, …

     

     

Bodegas Melibea.

Platos exclusivos en Hard Rock Café, con productos autóctonos, en su Test Kitchen.

  Y hasta una cena nikkei en el restaurante Tampa. ¿Que no sabéis en que consiste esta cocina de fusión?

Una carta de lo más exótica del Chef Miguel Valdiviezo.

  Pues nace de la fusión hace más de un siglo de dos culturas milenarias: la japonesa y la peruana. El término nikkei designa a todos los emigrantes de origen japonés y sus descendientes. Aunque nikkei hay en todo el mundo, la comunidad nikkei en Perú es una de las más extensas: unas 50 mil personas, 5 generaciones. En 1.899, los primeros japoneses llegaban a las costas de Perú como mano de obra para las haciendas de algodón y azúcar, de acuerdo a un tratado firmado entre ambas naciones. La alimentación japonesa distaba mucho de la peruana, en producto y en formas de hacer, pero los expatriados no tenían más remedio que valerse de las viandas locales como sustento. Por suerte, Perú era una nación rica en arroz, vegetales y pescado, lo cual facilitaría mucho el proceso de adaptación y el mestizaje entre ambas gastronomías. En la necesidad de adaptar los sabores locales a su gusto foráneo floreció la creatividad, y de ese espíritu creativo surgió la cocina nikkei. En definitiva, los platos peruanos tomaron técnicas y haceres de la cocina nipona, y las preparaciones japonesas se empaparon de ingredientes y procedimientos criollos. Lo que podría haberse quedado en una influencia recíproca, se convirtió de manera natural en el encuentro total entre ambas culturas, el mestizaje perfecto entre dos mundos tan dispares como el japonés y el peruano.

  Por supuesto no podía faltar un visita a algún sitio dulce como algunas de esas pastelerías históricas de Madrid, algunas que pude visitar pues las colas eran interminables.

Horno de San Onofre.

La Mallorquina, en la Puerta del Sol.

     thumb_IMG_1765_1024

  La Duquesita, regentada en la actualidad por Oriol Balaguer pero manteniendo la esencia de antaño. En la calle Fernando VI. Su escaparate parecía una boutique, y sus croissants OMG !!!!

  Y para acabar como empecé, una visita a Cookies & Dreams by Alma. La bakery de Alma Obregón !!!! Acaban de abrir y ya se les está quedando pequeña, se han mudado de obrador, han abierto puestos en otros dos sitios además de la C/Fuencarral y tienen su propia Foodtruck.

Disfrutando de otro tipo de pastelería: cupcakes, cheesecakes, cookies, shakes, … by Alma

Yo por si acaso me lleve una buena dosis, con un poco de todo.

  Un brutal Hot Cookie Shake en la taza oficial de Cookies & Dreams by Alma: chocolate caliente, cookie extra grande, crema de nubes tostada y mikados, la gloria bendita.

Este es otro de esos souvenirs que me traje, de esos que tanto me gustan.

 

Espero que os haya gustado mi fin de semana en la capital. Creo que lo hemos exprimido bastante. Un beso fuerte y hasta la próxima.

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Pastelería Hofmann

  Antes del verano tuve la oportunidad de ir a Barcelona por motivos de trabajo. He visitado la ciudad varias veces pero esta vez no disponía de mucho tiempo y quería ir a algún sitio especial de la ciudad condal. Un sitio dulce en el que no hubiera estado antes. Ya estuve en Barcelona en sitios como Escribá. Pero en mi lista había quedado alguno pendiente y esta vez sólo me daba tiempo a uno así que me decidí por la Pastelería Hofmann.

Foto oficial de su página web.

  La Pastelería Hofmann es un referente en dulces en Barcelona. En el barrio del Born con todos sus contrastes. Sus comercios, con su toque original, sus bares, pequeños restaurantes que dan vida a la noche; el más puro corazón de Barcelona.

  Sus Croissants artesanos de mantequilla, incluso rellenos, que han merecido premios nacionales…y que reciben premios todas las mañanas, endulzando las mañanas de todos los que se acercan por la calle Flassaders 44. Pero no solo son croissants…también son Pastas de té artesanas, son Rolls de canela, de chocolate, por no hablar de los postres. Petit Suises con galleta donde nada es lo que parece, Cactus que encierran crema de limón, té verde, chocolate, tequila, galleta y más sabores que inundan el paladar… Cita obligada de los amantes del dulce en Barcelona.

  Había oído hablar de esta pastelería y de su creadora Mey Hofmann, de su Escuela de cocina, de su restaurante (con 1 estrella Michelin), y además una taberna, un bistrot y una cafetería.

  Lamentablemente falleció en 2.016. En la actualidad su hija está al frente de la casa Hofmann.

Delicias para perderse entre tarros de mermeladas caseras.

Decoración rústica y cuidada.

Creaciones especiales.

Antiguas planchas.

Deliciosos bombones.

Y creaciones imposibles como el Petit Suisse con galleta Chiquilín, El huevo duro, Cheesecake en su caja, cactus en su maceta, Danones, …

Pasteles emulando panales de abeja.

Chocolatinas simulando baldosas.

Y una preciosa Kitchen Aid no podía faltar en toda pastelería que se precie.

Las mejores pastas de té.

Los craquinyols son pastas secas.

A mí me ha conquistado.

    Y yo antes de volver a Valencia me vine cargada, con esos souvenirs que tanto me gustan: sardinillas de chocolate, croissants rellenos (uno de Mascarpone y el otro de manzana), brioche de naranja y chocolate, tartaleta de gerds (frambuesas en catalán) y bombones.   no cargué más porque algunas cosas hubieran llegado derretidas, como el Petit Suisse de chocolate. Tenía que compartir todos estos dulces con mi familia. Cuando le mandé la foto a mi marido me dijo «¿No te irás a comer todo eso tú sola?» Pues no, pero alguna cosita sí, claro.

  Croissant relleno de crema de Mascarpone, indescriptible. No en vano se ha llevado más de una vez el premio al mejor croissant de España!!!!

  Brioche de chocolate y naranja con sardinillas de chocolate, una buena merienda que hizo las delicias de mis hijas en casa.

  Té verde con ginseng y miel para acompañar sin duda alguna las mejores galletas que me he comido en la vida. No me extraña que el año 2.015 se llevaran el Premio a la mejor pasta de té. Está deliciosa, con té matcha, chocolate, yuzu y gianduja de almendra. La dependienta me las recomendó y acertó de pleno. Por cierto el yuzu es un cítrico japonés. Deseando volver a por más.

Cuando estuvimos en Londres me encantó un graffiti de Banksy que intenté emular adornando esta Souffle Cheesecake con los deliciosos bombones de Hofmann.

A mí me ha conquistado ¿y a vosotros?

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La Más Bonita

Esta es la entrada por el paseo de la playa.

 

  Hoy no os traigo ninguna receta. Vengo en modo playero total. Lo que nos gusta una buena terraza y una copa fresquita en estas fechas en que en Valencia nos derretimos del calor y de la pegajosa humedad. Pero lo bueno es que tenemos playa para darnos un buen chapuzón. Pues hoy os voy a enseñar un sitio nuevo que conocí hace un par de meses. Y que me encanta!!!!! Aunque hace unos años que está abierto aún no había ido y tenía muchas ganas. Es un restaurante en primera línea de la playa de La Patacona en Valencia con chiringuito en la arena incluido, y es de lo más cuco. Un restaurante que se llama La Más Bonita. Tiene otro en pleno centro, en Ruzafa, con una decoración parecida pero sin la playa. Este es de lo más ibicenco con la playa justo al lado. Como veis me estoy poniendo al día ¿eh? Pronto recetas nuevas.

Esta es la entrada por la calle de detrás.

  Comida casera, ecológica y de comercio justo que puedes probar en el desayuno, brunch, comida, merienda o cena ya que la cocina permanece abierta todos los días del año de 8h de la mañana a 00h de la noche. Se trata de un espacio con un aire mediterráneo inspirado en la típica casa de Formentera, construcción rústica, paredes imperfectas, vigas a la vista, techos muy altos y, por supuesto, el color azul cielo contrastado con el blanco.

El día acompañaba, soleado, airoso y con espectáculo de cometas incluido.

  Tiene un aire ibicenco que invita al relax. Con un menú diferente y lo mejor, sus batidos y tartas. De las mejores que he probado. Y el sitio me enamoró desde el minuto 1. Vamos que si me vuelvo a casar hago allí la celebración. A mí me ha conquistado. Y como una imagen vale más que mil palabras os dejo el publirreportaje completo.

Me encantan los olivos, su silueta, sus formas retorcidas.

Detalles que la hacen especial.

Además un plus es poder entrar con las bicis por la puerta de atrás.

Empezamos con una copa de vino blanco.

Tiene una zona de terraza con mesas de diferentes tamaños.

Para una velada romántica o en compañía de tu grupo de amigos.

Con techados de loneta para no estar a pleno sol.

O bien de cañizo.

Mmmm licuados hechos al momento.

Para un desayuno o brunch.

Pequeños rincones con encanto.

Y hasta un rincón para los más peques.

Empezamos con un aperitivo: croquetas de queso de cabra.

  Sandwich La Más bonita: salmón y aguacate con espinacas y pepino en pan de semillas acompañado de patatas con mayonesa.

¿Y si pedimos algo de postre?

  Yo no sabía por dónde empezar, así que pedí un poco de todo: frappé de galleta de OreoCheesecake de Baileys (tengo que hacerla sí o sí porque está brutal !!!!!!). Y algo para llevar.

Apple Pie para llevar en una de sus cajitas azules taaaannnn bonita.

 

  Como veis salimos encantados de allí. ¿Os animáis? Si vivís en Valencia ya estáis tardando en ir. Si venís a Valencia a conocer esta preciosa ciudad Mediterránea no podéis perderos este acogedor rincón. Uno de los restaurantes más bonitos de Valencia. Y lo mejor, con diferencia, los postres. Eso sí, aviso importante, he puesto enlaces al precio de los platos porque barato no es. Para mí vale la pena para una merienda.

 

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Mi cocina nueva

  Los sueños se hacen realidad. Sí, suena un poco cursi pero si algo he aprendido en esta vida es a saber esperar. A que todo llega en su justo momento. La edad y la madurez nos quitan un poco la impaciencia de la juventud y nos vuelven más serenos. Algo bueno tiene cumplir años y eso es la experiencia y las tablas que nos da la vida. Cuando eres joven lo quieres todo ya, ahora, no puedes esperar. Pero lo bueno se hace esperar.

  Esta es la tercera transformación de mi cocina desde que vivo en este piso y será la definitiva. Por circunstancias de la vida mi infancia y mi juventud me llevaron a cambiar muy a menudo de vivienda. Cuando hace 17 años compramos este piso, que se ha convertido en nuestro hogar, le dije a mi media naranja que no me iba a mover de él ni en sueños. No era perfecto, pero tenía muchas posibilidades. La cocina era pequeña, las puertas de roble, rústicas. Con los años cambiamos esas puertas a otras de cerezo, lisas, sin molduras, más actuales, más fáciles de limpiar. Pero seguía sin ser la cocina que deseaba tener. Los cachivaches ya no me cabían en los armarios. Aún teniendo un patio o terraza en la cocina se me amontonaban las cosas por falta de espacio. Y no hablamos de cuando preparaba una tarta muy elaborada, galletas decoradas, … Acababa sacando trastos al comedor no quedaba espacio para cocinar … Además no era muy cómodo comer en una cocina pequeña, plegar y desplegar la mesa en un reducido espacio.

  Siempre me han gustado las cocinas grandes, de joven veía las pelis americanas, donde los personajes hacían vida en la cocina y soñaba con tener una cocina grande. Y siempre me han gustado luminosas, blancas, nórdicas. La idea estaba ahí rondando en mi cabeza durante años hasta que mi marido me siguió en otra de mis ideas delirantes y el sueño se hizo realidad. Dentro de mis posibilidades creo que al final lo he conseguido.

  La cosa no iba a ser fácil, mi casa tiene 4 dormitorios, uno se lo dimos al salón hace años. Lo reconvertimos en salita diáfana con un arco blanco que me hizo mi suegro (es ebanista). En casa entre mi suegro y mi marido siempre han hecho todos los muebles, incluso los del baño así que ese don hay que aprovecharlo.

  Hace unos meses volvimos a cerrar la salita y la reconvertimos en el nuevo dormitorio de mi hija pequeña, un poco más grande y luminoso. Junto a mi antigua cocina estaba el único baño de la casa. Se lo dimos entero a la nueva cocina y conseguimos una cocina de 13 m². Como veis la obra no se podía hacer en un par de semanas. Y había que empezarla trasladando primero la habitación de mi hija. Del baño antiguo, por dimensiones, nos sirvió para obtener un cuarto de baño y un pequeño aseo con ducha que abrimos a nuestro dormitorio. Por todo esto nos mudamos de casa por 2 meses y he estado un poco atareada estos últimos tiempos. Justificado ¿verdad?  Et voilà casa nueva y cocina ESPECTACULAR.  Aprovechamos para alisar paredes y lavar la cara al resto de la casa. Así que como veis no puedo estar más FELIZ. Por fin, 17 años después de comprar nuestro piso, tengo la casa como a mí me gusta.

  El mobiliario de la cocina es en DM blanco lacado, el modelo de puerta se llama Málaga. Optamos por poner tiradores en cromado para seguir la línea de los electrodomésticos, todos visibles menos el lavavajillas que va panelado, está oculto en el armario bajo la Kitchen Aid.

  Aunque viva en un piso y no en una casa es un lujo tener terrazas, da más sensación de libertad y quería tener unas bonitas vistas desde mi ventana.

  La mesa y las sillas son de IKEA, la medida nos venía perfecta. El anexo que veis en blanco junto a la mesa esconde una pequeña sorpresa.

Mi nueva taza de la tienda Taste of America lo dice todo.

  La campana también en inox y decorativa. El cartel de COOK es, en realidad, un atril para libros de cocina que compré hace unos años en Stavanger. La encimera de la cocina continúa como un panelado por el salpicadero. Así queda más práctica a la hora de limpiar, más decorativa e integrada. Ahora que la he probado os digo que es todo un acierto.

  Como veis tener la terraza a continuación da más sensación de amplitud. Las cocinas con poca luz ganan mucho si eliges mobiliario y azulejos blancos con brillo.

  Esta parte la he ganado al ampliar la cocina. Con lo mucho que uso el horno era necesario ponerlo en columna, en su nueva posición es más cómodo a la hora de meter y sacar las cosas recién horneadas. Además es una zona más limpia y perfecta para preparar los desayunos. Mi hija mayor dice que es la zona de dulces.

  El stand de dos alturas es también de IKEA y tiene todo lo necesario para aderezar nuestro café o la leche de las peques.

  Y justo al lado la tostadora con sus prácticas 4 ranuras y un buen surtido de tazas, ya sabéis que son mi debilidad. En la vitrina de arriba está la panera así, tengo las rebanadas de pan más a mano. Está todo pensado.

  El suelo de la cocina es un porcelánico que imita los antiguos suelos hidráulicos. Combina blanco y gris, los colores predominantes de la cocina. Me encantan estos azulejos y ahora están de nuevo de moda pero quería algo sutil, sin colores fuertes.

  La elección de la encimera estaba claro. Elegí el modelo Aura de Dekton, ultrarresistente a impactos, manchas y a altas temperaturas. Me encanta el veteado. Desde que mi marido me enseñó esta cocina con la misma encimera expuesta en su trabajo lo nuestro fue amor a primera vista.

  Mi nueva batidora de vaso Smeg en verde menta y tiene un lugar privilegiado. Me la regaló mi marido por mi cumpleaños. He visto muchas cocinas con todos los electrodomésticos a juego, del mismo color, pues a mí la Smeg me enamoró en su verde aguamarina así que no, no la cambié por una roja.

  Pero la reina sigue siendo mi Kitchen Aid que luce su rojo triunfal en mi nueva cocina. Muchas la imitan pero esa silueta retro y atemporal al mismo tiempo y sus materiales la hacen duradera. Esto sí que es amor para toda la vida.

  Además como veréis he añadido algún que otro extra a los interiores. Este es un organizador llamado Kitchen Tower de la marca Peka. Caben todos mis tarros de especias, aceites, vinagres, y además tiene un cubo donde guardo los utensilios de madera. En un lateral puedo colocar las tablas de cortar. De lo más completo oiga. Y como me sobraba hueco pusimos un estante adicional donde guardo la báscula de cocina y las tazas medidoras. En el interior de la puerta he colgado las cucharas medidoras. La idea me la dio Bea Roque al colgarlas en sus armarios. Así lo tengo todo a mano.

  Para organizar el interior de un armario esquinero nada mejor que uno de esos cachivaches que facilitan la vida en la cocina.

  Todo en orden y accesible gracias al extraíble Le Mans.

He podido hacer hueco en la cocina para bandejas, moldes, cubertería y mantelería …

  La campana extractora de Cata es potente y además decorativa.

  Me encanta ver el pequeño jardín a través de la ventana. Los maceteros son de IKEA

  El azulejo que elegimos es el azulejo de metro en blanco. Se llama así porque es el que se empezó a poner en el metro de Nueva York, hace más de 100 años, luego en Londres, París, …, como veis es atemporal.

  Lo que más nos costó en cuanto a decoración es decidir cómo meter una pantalla negra en una cocina tan blanca, no sabía como encajarla. Sí, las hay con marco blanco pero no en Smart TV. Y no me acababa de decidir. ¿Dónde podíamos poner la T.V. sin que desentonara y que pudiéramos verla todos al mismo tiempo? ¿En la encimera? ¿Empotrada en un mueble? ¿En columna junto al horno y microondas? No, no me acababa de convencer. Nuestra antigua TV estaba en la pared y los altavoces distorsionaban por la grasa acumulada por dentro imposible de limpiar. Y que queréis que os diga, no me gustaba la idea de ver la TV colgada de mis nuevos azulejos.

  Hasta que vimos la solución en You Tube: un elevador de T.V. empotrado en un pequeño mueble haría que pudiéramos mostrar o esconder la T.V. a nuestro antojo. Así no desentona y además está protegida de la grasa de la cocina. ¿Qué os parece? Compramos el elevador en Amazon y mi marido le hizo un mueble a medida. Mis hijas alucinaban !!!!!!

  La suerte de vivir en un primer piso es que tenemos dos terrazas, una en nuestro dormitorio, más de disfrute, y otra en la cocina. Es un desahogo poder guardar todos los productos de limpieza, cubos, escobas, fregonas, carro de la compra, lava-secadora, calentador, … , hasta mi gato Lenny tiene sus cosas en la terraza. Esta vez además pensamos en lavar un poco la cara de la terraza colocando tablillas de madera tropical de Ipé y renovando y trasplantando mis plantas a grandes maceteros. El resultado me encanta.

La combinación de madera y plantas siempre es un acierto.

  Como a pesar de tener una gran cocina necesito mucho espacio para material de repostería estos dos grandes armarios de compacto blanco me sirven de almacenaje.

Es un tipo sintético de madera que resiste el agua y el estar a la intemperie.

  Así tengo muchas cosas de repostería almacenadas y a mano: moldes, cortadores, cápsulas de cupcakes y muffins, tarrinas de helado, palitos para cupcakes, cajitas, portatartas, pinceles, pajitas, montones de platos y bandejas de todas formas y tamaños que utilizo para preparar los sets para las fotos, bajoplatos de madera natural, stands desmontables, giratorios, bases para tartas, moldes, cestas, boquillas, estecas, … En fin toda una serie de artículos para los que necesitaría una cocina nueva. Gracias al apañado de mi marido que crea soluciones donde yo genero problemas he conseguido organizar, ordenar y dejar espaciosos los armarios con todo a la vista. Incluso me queda un hueco para cositas nuevas!!!!!! Durará poco, eso ya os lo digo yo  jejejejejeje. Vienen nuevas cositas de camino!!!!!

  Siempre me han gustado las clásicas alacenas así que quería una donde  poder guardar los innumerables tarros de harina, azúcares, … Bien organizada eso sí.

  Tener el horno más alto es una ventaja, siempre me han gustado los hornos en columna. Son mucho más prácticos.

  Ahora tengo grandes vitrinas donde guardar mis stands de tartas, bandejas, latas, … Todo a la vista.

  Había visto esos bonitos rincones del café en Pinterest y tenía ganas de hacer uno en casa, todo a mano, sólo necesito coger la leche para el café, el resto está en el stand de dos alturas: azúcar blanco, moreno, miel, el cola cao de mis niñas, café soluble, té, Chai té soluble, cucharitas, mix de especias para aromatizar el café, … Y mi Nespresso Lattissima, porque yo soy una adicta al café, pero con leche.

  El letrero es casero, DIY. Encontré un cuadro alargado en una tienda y con una fina cinta de doble cara le pegué un trozo de cartulina negra a la medida. Las letras están pintadas con Chalk Paint.

  No hay ningún material que me guste más que la madera natural, así que, no podía faltar en mi cocina. El taco, los nudos, curvaturas de la madera natural casi sin tratar me encantan.

  Los cuberteros son de madera de bambú y extensibles. Todo organizado en 3 grandes cajones Hettich que se deslizan solos. Los que me conocen bien saben que soy ordenada casi rayando lo patológico, me da tranquilidad, serenidad, y no puedo evitarlo!!!!!

  Y grandes caceroleros para guardar además de sartenes algunos de mis moldes de repostería.

  El fregadero es grande y los bajos ocupan mucho espacio así que preferimos poner estas prácticas y baratas cestas para las basuras que aparatosos e incómodos cubos además carisísimos. En casa reciclamos todo en el mueble bajo el fregadero tengo dos basuras: orgánica y envases. En la terraza guardo en otro cubo de dos compartimentos el papel y el vidrio, en un contenedor pequeño las pilas.

  Pasado un tiempo decidí poner la cafetera en el lado contrario para no estorbar si alguien estaba sentado en la mesa. Y decidí adornar un poco la pared de ladrillo con un letrero retro que encontré en La Maison du Monde.

Como veis el letrero queda de lo más bonito.

  Y también en La Maison du Monde encontré estas cestas a modo de frutero para aprovechar un rincón vacío, tener la fruta organizada y la mesa despejada. Además medimos bien el hueco para que cupieran tres cestas y el ahora muy necesario taburete para seguir teniéndolo a mano para los armarios altos. Aprovechando hasta el último rincón.

  Este fue el aspecto original de la cocina: clásica, rústica, oscura, pequeña. Sus inicios. Nada que ver con la actualidad. Parece sacada de otra casa.

     

  Este era el aspecto tras la segunda reforma: más moderna, un poco más clara pero igualmente pequeña y oscura. Ahora me doy cuenta de que he hecho grandes creaciones en una cocina muy pequeña. Ahora tengo una bancada grande y espaciosa y eso me hace muy FELIZ. Como veis la transformación ha sido INCREÍBLE. Me siento como las familias de los programas de decoración de casas de Divinity. Es como estrenar casa de nuevo. Ha valido la pena el esfuerzo.

Vuelvo a la carga, tranquila y relajada, la actividad bloguera se reanuda.

  Y claro hay que estrenar la K.A. en la nueva cocina: cookies de lacasitos, madeleines, minicakes de limón y arándanos (con la misma receta de las madeleines pero añadiendo arándanos), brownie, clafoutis de cerezas, limonada casera y batidos de Oreo. ¿No está mal como inauguración eh?

  Porque lo mejor de estrenar cocina es preparar meriendas de inauguración para mi familia y amigos.

  Una nueva cocina diseñada a medida, plasmando ideas sobre el papel. Nada en ella se ha dejado al azar. Tenía claro su diseño, materiales, distribución, … Y así ha quedado, como yo esperaba, increíblemente bonita, espaciosa, luminosa, para vivir. Y todo gracias a la persona que me acompaña desde hacia media vida, mi media naranja, mi todo, desde que tenía 19 años llegó a mi vida para quedarse (y tengo 40) y hacerme feliz. Siempre lo consigue, gracias por estar ahí vida, sabes que te quiero. Un proyecto de vida que me ha traído otro de mis sueños, mi nueva cocina.

Como veis estoy FELIZ !!!!!!

Y mi gato Lenny también 😀 😀 😀

Nota: actualizado 02/08/17.

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Guía dulce de Londres

Parlamento y Big Ben desde la London Eye

  Decir que me gusta Londres se queda corto. Es una de las ciudades más cosmopolitas que he visto en Europa. Es enorme, viva, llena de tradiciones que conviven con aires nuevos. Lo que llega a Londres, diez años después llega a España. Tiene montones de restaurantes, cafeterías y tiendas donde me quedaría literalmente a vivir. Hace 12 años estuvimos por primera vez mi marido y yo. Me encantó y pensé que volvería de nuevo a pasear por sus calles, su puentes, sus museos, … Es una de esas ciudades que no te las acabas, estuvimos una semana y me supo a poco. Esta vez la he notado diferente, como con aires nuevos. Deseosa de pasearla y de hacer compras!!!!!

Puente de la Torre (Tower Bridge)

  Esta vez hemos ido con las niñas y han venido encantadas. Íbamos más tranquilos, sin prisas, a su ritmo, con ganas de enseñarles sitios bonitos, de descubrir alguno nuevo, de pasear y correr por sus grandes parques y jardines. Haceros una guía completa me llevaría mucho tiempo del cual no dispongo. Quizá este sea el último post en un par de meses, la semana que viene mi casa estará patas a arriba, todo sea por mi nueva cocina. Hemos reestructurado la casa. Menos una habitación reformamos casi todo asía que volveré con aires nuevos deseas de mostraros mi NUEVA COCINA !!!!!

London Eye

  Enumerar cuál guía de viajes todos los rincones a visitar me sería imposible. Mejor me centraré en los lugares que me han encantado a nivel culinario, sobre todo dulces rincones. Tomar un Afternoon Tea, recorrer alguna de las mejores pastelerías de Londres, perderse por alguno de sus mercadillos y hacer algunas compras, visitar los mejores Food Hall de la ciudad. La verdad que ha sido increíble. Y eso que por primera vez perdimos un vuelo (el de vuelta). Pero después de llegar a Valencia y ver el inefable atentado acometido en Westminster lo del vuelo quedó en una mera anécdota.

Puente de Westminster

  Fueron cinco días que exprimimos al máximo. Espero que os guste. Si tenéis alguna duda no dudéis en preguntarme a través de este post.

Big Ben

  Supongo que la primavera es una buena época para visitar la ciudad, no hace mucho frío, y las flores llenan todos los rincones. Quizá no es tan gris como la pintan, quizá no llueve tanto como parece así que como veis vengo encantada de la vida. Se quedaron pendientes algunas tiendas y pastelerías en el tintero (sobre todo de las afueras) pero eso lo dejaremos para otra ocasión. Siempre hay que dejarse algo pendiente, como excusa para volver al destino. Y volveré.

Torre blanca de la Torre de Londres

  Lo primero de todo es que acertamos con el hotel, The Gainsborough, un 4 estrellas en la zona de South Kensington. La decoración es de lo más británica, pero es limpio, cómodo, parte de la recepción son españoles, muy amables y con atención 24h, incluye desayuno continental y guarda maletas.

Desayunos en el Hotel The Gainsborough

  Está a la vuelta de la esquina del National History Museum, visita obligada con niñ@s. El favorito de mis hijas con diferencia, porque el British Museum una vez pasas la zona de las momias pierde todo interés para ellas.

Aunque para mí, parte asiria del British es impresionante.

    Y la egipcia, la griega, con la práctica totalidad del Parthenon, … , en general más que exploradores yo llamaría a los ingleses expoliadores, hasta un momia de la Isla de Pascua que se trajeron. Pero ya sabéis, su excusa es que si no estuviera en un Museo no estaría ya en este mundo. Bueno, yo me hubiera perdido horas por el Museo, menos mal que hace muchos años lo vimos con detenimiento.

     

  Volviendo al hotel, la habitación era realmente cuádruple, es decir, cuando reservas una habitación de hotel para 4 personas eso quiere decir que te ofrecen una doble con cama supletoria. Esta vez no fue así: habitación con cama de matrimonio y otra habitación doble con 2 camas, ambas con TV, servicio de té, un mini frigorífico, escritorio, cómoda, armario, además de baño completo con bañera de hidromasaje!!!!!! Mami, tiene jacuzzi!!!!! Mis hijas flipaban jeje. Así que después de un duro día de patear la ciudad teníamos recompensa.

Sala de desayunos del hotel.

  La situación del hotel ideal, junto a Hyde Park y con la estación de South Kensington a 5 minutos andando. Si las ventanas no vibraran con el viento ya hubiera sido perfecto. Pero la verdad quitando eso estuvimos la mar de a gusto.

  A pesar de estar cerca de algunos sitios de interés turístico queda alejado de otros, como es natural así que os recomiendo que si estáis más de 3 días en Londres os saquéis la Travelcardallí las distancias son muy grandes. El transporte público es puntual, tiene mucha frecuencia de paso, es cómodo y fácil de entender las direcciones de los metros.

  Os hará falta una foto (para la Photocard que acompaña a la Travelcard). Si además la compráis en una estación de tren en lugar de las habituales de metro podréis obtener un práctico 2 por 1 en algunas de las atracciones turísticas de visita obligada en las que sí se paga entrada, por ejemplo, la London Eye, la abadía de Westminster o la Torre de Londres, entre muchos otros sitios que ofrecen descuentos. Partimos de la base que todos los Museos en Londres son gratuitos menos el de cera, Madame Tussaud’s. Por eso no os recomiendo la London Pass. Con la Travelcard tendréis incluidos viajes de metro y bus ilimitados durante una semana.

Mapa del metro de Londres hecho con piezas de Lego

  En nuestro caso las niñas de 8 y 10 años no pagaban transporte y para facilitar la entrada y salida de las estaciones lo hacíamos por las puertas más anchas (las de carritos y maletas). Nosotros compramos las nuestras en Victoria Station pero si vais del aeropuerto a Londres en tren podéis hacerlo allí también. Es importante hacerlo en una estación de tren y no de metro porque si no tiene el logo  de la National Rail no obtendréis los descuentos 2 por 1. Y las de máquinas expendedoras automáticas tampoco valen. También podéis imprimir los descuentos aquí. No olvidéis coger los típicos autobuses de dos pisos. Nosotros utilizamos el metro para trayectos más largos y el bus para algunos cortos, a las peques les encantaba subir al segundo piso.

  Cuando mi marido y yo viajamos solos solemos movernos en transporte público y los traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto hacerlos por nuestra cuenta pero cuando vamos con las niñas optamos por contratar traslado privado. Yendo 3 ó 4 personas sale económicamente mejor, y más cómodo claro. Esta vez contratamos los traslados a través de esta página. Y quedamos muy contentos.

 ¿Por dónde empezar? En fin hicimos más de 1000 fotos así que esta es sólo una muestra, tranquilos he hecho unos collages para que sea más ameno pero no os perdáis detalle. Bueno, empecemos por los Food Hall, paraísos de todo gourmet que se precie. Y de eso los ingleses saben mucho. Distinción, clasicismo, y depende del sitio exceso y lujo por doquier. Un paraíso para sibaritas. Algunos grandes almacenes son tan a lo bestia que luego al volver a nuestro Corte Inglés me parece que se queda en nada. Encontré mucha información sobre los Food Hall el blog Un blog y un paraguas en Londres de una ilustradora española que vive a caballo entre Londres y Madrid, que os recomiendo como guía de la ciudad.

  Durante muchos años Harrods fue propiedad del magnate egipcio Mohamed Al Fayed (futuro suegro de Lady Di si la pareja no hubiera fallecido trágicamente). El edificio es todo lujo y excesos. Desde las firmas de moda, cosméticos, perfumes, … Hasta las escaleras y los ascensores son increíblemente lujosos, no perderos el egipcio. Mis hijas no querían salir de la planta de juguetes. Hasta hay una boutique de Disney que mis hijas miraban alucinadas. Porque no sólo de bolsas de souvenirs viven estos almacenes.

Stand de Kitchen Aid de Harrods, para quedarse a vivir oiga, un auténtico paraíso.

  Pero para mí, lo mejor, su Food Hall: quesos, ahumados, ostras, caviar, pescado, marisco, el típico Fish and chips (pescado rebozado con patatas fritas), para tomar, para llevar, … El surtido de comida preparada es increíble: Scottish eggs (huevos rebozados), sauzales rolls (salchicha envuelta en hojaldre), pies salados (empanadas de carne, pescado, queso, …), ahumados, sandwiches, ensaladas, smoothies, fruta fresca, todo lo que puedas desear para preparar un picnic en Hyde Park de lujo. Y no sólo típicas preparaciones inglesas sino de cualquier tipo de comida: sushi, indi, … También hay una sección de productos frescos: fruta, verdura, carne, pescadería, … Los dependientes llevan delantal y unos sombreros de paja muy característicos. Fijaros en los techos, son muy bonitos. No sabréis donde mirar así que mejor ir un par de veces para no dejarse nada. Nosotros lo teníamos muy cerca del hotel así que era muy socorrido.

 

  Nosotros no pudimos resistirnos a hacer un picnic aunque no fuera un tiempo muy idóneo, fresquito hacía, pero al menos no nos llovió.  Baguette de aguacate y pollo ahumado, Panzarotti de jamón y queso (es como una empanadilla), Pie de queso Stilton y cerdo, Scottish egg (huevo rebozado), brioche con rodajas de pato ahumado y para beber limonada. Como veis comimos muy bien.

  Y qué decir de los dulces OMG, croissants, donuts, pasteles, èclairs, macarons, tartas clásicas como los típicos pies de frutos rojos, de mil frutas, arco iris, Drip Cakes, tartas de fondant, glaseadas, con mazapán, … cupcakes, algunos especiales por ser St. Patrick’s, … Imposible decidirse. Y en la sección de menaje para llevarse media planta, me conformé con un sujeta-tostadas muy mono. Eso sí, como lo mío es amor a primera vista, me enamoré de un juego de té para niñ@s con las ilustraciones de John Tenniel, el ilustrador de Alicia en el País de las Maravillas de la planta de juguetes. Por el módico precio de 100 libras!!!! Eso sí en una pequeña cesta de picnic la mar de bonita.

  La planta de juguetes les encantó a mis hijas. Harrods en piezas de Lego.

  Y si esto os parece poco pasaros por la sección de tés, cafés, pastas, bombones, chocolates, cookies, todo ello en bonitas latas, tarros, cajas, de lo más bonitas. Y si además unimos a que la Pascua estaba a la vuelta de la esquina imaginaos el despliegue de huevos de chocolate por doquier. Como veis no tiene desperdicio, para mí de lo mejor de Londres gastronómicamente hablando. Un placer para los sentidos. Aunque no compréis mucho vale la pena verlo.

  Otro sí o sí de los gourmets, la tienda en Piccadilly de Fortnum & Mason’s (F&M). En 1.707, el propietario de caballerizas Hugh Mason y el lacayo real William Fortnum establecieron un negocio juntos como tienda de comestibles y comerciantes de té. Y por supuesto comenzaron a servir el famoso Afternoon Tea, el té de las 5, en sus lujosos salones. Dos plantas de Delicatessen (sótano y planta baja) y una de menaje (primera planta) que no te puedes perder. Yo es que las plantas de moda y ropa no las transito demasiado. Son famosísimas sus cestas de picnic, desde 60 a 600 libras!!!!! Listas para hacer uno de esos picnics que tanto les gusta a los ingleses, y a mí. Tés, cafés, mermeladas, cookies, chocolates, … , todo ello envuelto con primor. Eso sí, a veces rozando lo cursi, algunos tarros de quesos o mermeladas son de lo más kitch!!! No sabría por donde empezar a elegir por la cantidad de alimentos que venden a cual más exquisito, lo vulgar no tiene cabida aquí. Yo desde luego me quedo, sin duda, con sus cestas de picnic y su latas de tés. Me compré una lata de galletas con ese color verde suyo tan característico y una bolsa de rafia para mi bici.

  En su fachada hay un ostentoso reloj que cada hora que marca activa un mecanismo de autómatas y el Sr. Fortnum y el Sr. Mason salen a saludarse. A mis hijas les hizo mucha gracia. Ahí estábamos los cuatro en el semáforo esperando que salieran a saludar.

¿Qué os parece?

  Justo al lado hay una tienda muy bonita Cath Kidston, todo un clásico británico desde 1.993. No os la perdáis, me la recomendó Bea Roque. Yo me he traído uno de sus libros de cocina. Cath Kidston comenzó vendiendo telas vintage, empapelados y muebles reciclados pintados con colores intensos, lo que hoy son un clásico en sus locales. Son conocidos sus diseños estampados, con flores, lunares, en colores pastel, desde telas a menaje, bolsos, ropa de cama, … , todo un universo.

  Otro clásico de los grandes almacenes de Londres, Selfridges, y por supuesto visita obligada a su Food Hall. No es tan ostentoso ni lujoso como los anteriores pero tiene una cantidad increíble de productos británicos. Lo podéis encontrar en su planta baja. Yo compré unos tarros de mermelada, lemon curd y un bote de mostaza en polvo.

Los mejores productos ingleses los encontrarás aquí.

  Y por último el Food Market de Harvey Nichols, otro de los grandes almacenes londinenses. Más sobrio, del estilo del anterior, con una gran variedad de productos ingleses. En este caso está en la quinta planta. Además también puedes encontrar un bote de cacao en polvo de Valhorna o de Chai Tea Latte instantáneo.  Algún souvenir tenía que llevarme ¿no?

  Y después de tanto lujo y precios un poco desorbitados os recomiendo que no os perdáis los Simply Food de Marks & Spencer. Hace años habían tiendas de ropa de M&S en Valencia pero finalmente se retiraron del mercado español. Pues en Londres los hay por todas partes, y no sólo de ropa sino también en supermercados. Aunque ya os aviso que los del centro tienen más comida preparada para llevar que fresca. Los precios están muy bien y además a partir de las 20h podéis encontrar muchas ofertas al 50%. Nos hicieron el apaño para las cenas. Llegábamos cansados al hotel después de batallar todo el día de aquí para allá así que hacíamos cenas ya preparadas en el hotel, las niñas querían su jacuzzi y cena rápida. Ensaladas, sandwiches, fruta fresca, un smoothie y a dormir.

Sección especial Pascua de M&S.

  Como dice Bea Roque, el paraíso de los lácteos. Tantas variedades diferentes ¡qué envidia! Si hay algo que me encantó de visitar los supermarkets de Londres es ver la variedad de productos lácteos frescos. A partir de la leche hacen más cantidad de derivados: soured cream, clotted cream, double cream, extra thick double cream, single cream, extra thick single cream, crème fraîche, … Y eso que este es un Simply food Mark & Spencer para salir del paso. No me quiero imaginar la cantidad de derivados lácteos que habrán en otros supermarkets más grandes!!!!!

  Por cierto nos contaba uno de los chóferes en el traslado que siguen llevando leche fresca en lecheras desde las granjas de las afueras a la gran ciudad, en lecheras o botellas, como antaño. Ahora está de moda, ya sabéis, rollo vintage. Lo viejuno, tradicional y natural afortunadamente, vuelve a estar de moda.

  No me pude resistir a probar los Hot Cross Buns tan típicos de Pascua, qué delicia, ya estoy tardando en hacerlos!!! Estos son de Waitrose y estaban deliciosos. Ay lo que me gusta a mí un bollo!!!! Para cuando acabe las obras en casa ya tengo muchas recetas pendientes de hacer y esta es una de ellas.

  Si quieres hacer un picnic rápido y económico te lo recomiendo. Los supermercados que encontramos por Londres eran todos de paso, quiero decir, en Valencia o en España la mayoría venden gran variedad de productos frescos. Aquí son los menos. Del estilo son Tesco, Sainsbury’s, y Little Waitrose. Para encontrar grandes supermercados hay que salir del centro.

  Como veis también se puede comer y salir del paso a precios más económicos. Hasta encontré boquerones en vinagre!!! Mi hija pequeña me hacía la ola jeje. Todo listo para hacer un picnic.

  Si queréis comer bien, productos preparados, de calidad, y algunos de producción propia y casera no podéis iros sin visitar Borough Market. Me encantó!!! Eso sí, el sábado estaba hasta la bandera!!!! Mi marido dice que la hamburguesa que nos comimos allí es la que mejor que ha probado en su vida. Hay un bar que pone un puesto en la puerta y las vende como si no hubiera mañana. Se llama Whiskey Ginger-Borough, vale la pena hacer la cola. Una hamburguesa y una pinta ¡qué felicidad! Y eso que no me gusta mucho la cerveza pero yo es que en el extranjero me mimetizo. Donde fueres haz lo que vieres. Aviso 1 pint es casi 1/2 l de cerveza!!!! Así que si no queréis tanta pedid half pint. La comida de estos puestos me pareció de lo más auténtica y había para todos los gustos. Y como colofón pedimos una Carrot Cake. Veréis luego que me recorrí varias pastelerías, pues este trozo de tarta le daba mil patadas a todas. Parecía sacada de un horno casero. El puesto es Ion Patisserie, de veras, la mejor que he probado en mi vida. Y si me conocéis un poco sabéis que por un trozo MA-TO. Jugosa, húmeda, espaciada, sabrosa, OMG tengo que volver a hacerla de nuevo. No os perdáis este mercado, es un verdadero placer. Las hamburguesas, empanadas inglesas, quesos, mermeladas caseras, y los dulces!!!! Tartas caseras, cookies, funges, cupcakes, chocolates, … Y los panes de mil formas, semillas harinas, Sordough, … Además de los puestos «callejeros» tienen fijos tipo Mercado Central con productos frescos. Indispensable.

  Y si hablamos de mercados otro sí o sí para mí es Portobello Market. A este hay que ir los domingos y pronto.

  Me encanta por su bullicio, sus antigüedades, su menaje para el té, sus cámaras de fotos antiguas, ilustraciones, … Pero además tienen puestos de fruta y verdura fresca. Como el ruibarbo, tan difícil de encontrar aquí y tan a mano allí en Londres. Para preparar mermeladas, compotas, tartas, … También podéis encontrar quesos, pan, flores, … , y muuuuuchos dulces. La gastronomía inglesa no será la mejor del mundo (ahora que no me oyen Gordon Ramsay ni Jamie Oliver) pero ay la repostería!!!! Muero de amor. Ahí son los reyes. De hecho en Londres se consume más comida de origen hindú que propiamente británica. Gastronómicamente la hambruna tras la Segunda Guerra Mundial hizo mella y ahora parece que quieren resarcirse alabando las maravillas de sus guisos (?).

  Hay una tienda tan famosa como la tetera roja de Portobello Road y esa es Alice’s Antiques, tienen cosas alucinantes y muy vintage. Me la hubiera llevado puesta oiga pero no, no me cabía tanto en la maleta. Con eso de que se lleva lo vintage puedes comprar hasta orinales jeje. También podéis encontrar una tienda que explota muy bien las obras de Banksy, el grafito de moda. Pero no os quedéis sólo en esa zona. Notting Hill tiene mucho más que la tienda que hiciera famosa la película homónima de Julia  Roberts y Hugh Grant. Que por cierto, The Travel Book Shop se ha convertido en una tienda de souvenirs para aprovechar el tirón. No, perderos por sus calles de casas blancas y color pastel. Observar los cerezos en flor, ¿hay algo más bonito en primavera?

Sus icónicos edificios blancos y color pastel.

Sus árboles en flor.

  Cuidando hasta el último detalle. Y no penséis que lo de las casitas es una mera anécdota en Londres. Claro que hay edificios de viviendas pero son los menos.

  La mayoría vive en unifamiliares, eso sí, sin garaje, aprovechan los sótanos como vivienda y los coches (y los cochazos) duermen en la calle. A pesar de ser una ciudad con casi 9 millones de habitantes la gran mayoría vive en casas. ¡Qué envidia!

¿No son preciosos?

  Y si os gusta cocinar no podréis evitar entrar en Books for Cook, una librería cuya máxima es que cocinemos. Yo no pude evitar entrar y llevarme de souvenir 4 libros!!!!! Además de empezar a vender libros de cocina en una época, los ’90, en la que hablar de cocina inglesa era casi como una broma, tiene un restaurante muy pequeño en el que testan recetas de los libros que venden. Le llaman Test Kitchen. Hay un precioso mural pintado allí que me encantó. Y puedes quedarte a comer en su pequeña cocina-restaurante. Ademas las empleadas son muy amables.

  Otra excusa para ir a Notting Hill es visitar una de las franquicias de The Hummingbird Bakery. Hay una en la misma Portobello Road. Pero nosotros fuimos a otra que teníamos cerca del hotel.

Me encanta la decoración del escaparate y de la puerta.

  Y mi gran sorpresa fue encontrar allí Whittard, una tienda de tés que tiene varias sucursales por la ciudad. Enamorada de su escaparate me quedé.

  Si le añades la nueva colección que tienen de Alice in Wonderland de Lewis Carroll con las ilustraciones originales de John Tenniel ya me matan. Claro, otro souvenir que me llevé (una taza y unas latas de té). Y no me traje más porque estoy de reformas sino … Pero me he enterado de que hacen envíos a España!!!! Menaje para el té, latas de galletas, mermeladas, tés, … Todo para preparar una fiesta de No Cumpleaños fantástica.

  Otro mercadillo al que fuimos fue Camden Market. Es un buen sitio para comprar ropa, si te gusta el estilo de estas tiendas de ropa pero claro, también venden comida. Otra ruta gastronómica, lástima que las niñas estuvieran cansadas y no pudiéramos prodigarnos mucho. Dimos una vuelta par que vieran la cantidad de tiendas con fachadas a cual más original.

Mis hijas miraban alucinadas

las fachadas. A cuál más espectacular. Es algo diferente.

  ¿Sabíais que en Londres hay canales transitables? Pues sí, se puede coger un barquito en la ciudad, no sólo en el Támesis.

Hasta un mero café-zumería estaba de lo más ornamentado.

Para perderse, literalmente, porque los domingos está hasta la bandera.

Había tanta gente que aquí ya nos dimos la vuelta.

¡Éso sí, nos dio tiempo para tomar el té con el sombrerero loco!

  Y tomar uno de los mejores Fish and Chips de la ciudad en Poppins. Y no olvidéis bajar a los aseos, es muy chula la decoración.

  Como veis nos dio para ver y visitar muchos sitios. Siempre dejando tiempos de juego y paseos por los muchos parques de Londres. De Hyde Park a Kensington Gardens, Regent’s Park, Green Park y St. James’s. Recordad que íbamos con las niñas y no perdonan un parque y un rato de juego.

Corriendo entre los cerezos

y bulbos en flor.

Dando de comer a las ardillas.

Buscando a Peter Pan en Hyde Park, los niños perdidos

y a las hadas.

Bordeando The Serpentine, el lago entre Hyde Park y Kensington Gardens.

Una ciudad para perderse por sus parques y jardines.

Y disfrutar de los magnolios en flor.

  Otro sitio donde perderse pero a comer, a tomar un brunch, un buen desayuno inglés o un afternoon tea es Muriel’s Kitchen, en este caso en el SoHo londinense. 

Una de sus mesas tiene sillas-columpio muy originales.

Es realmente bonito y acogedor, como una antigua cocina.

  Fuimos a comer y tomamos Scottish egg, lasaña, noodles y sopa de la casa que aunque estaba buena no era sopa sino una crema de verduras. Pero después de tanto sandwich frío me apetecía algo caliente. Por cierto, puedes pedir agua embotellada o agua del grifo. Un a la pagas, la otra no.

Si queréis auténtica comida inglesa lo mejor es ir a un típico Pub.

  Los hay a montones, os recomiendo ir un domingo, hacen un plato especial el Sunday Roast. Consiste en un asado de carne, normalmente vacuno, porcino, cordero, pollo o pavo, que se sirve con patatas asadas o mashed potato (especie de puré de patatas) y gran variedad de verduras cocidas o asadas. Las verduras pueden variar, ya que tradicionalmente se servían las verduras dependiendo de la región y la temporada, pero normalmente podemos encontrar brócoli, coliflor, judías, zanahoria, guisantes… y además se acompaña con gravy, una salsa especial de carne, que pueden servirlo en una jarrita o ya en el plato, y un Yorkshire Pudding, una especie de pan esponjoso.

 

Otra zona que les encantó a las niñas fue Chinatown, justo al lado de Picadillo Circus (que por cierto tenía sus típicas pantallas de obras hasta verano). Es muy diferente a lo que ellas hayan visto hasta ahora.

Ver patos laqueados en los escaparates.

     

  O ver cómo en Chinatown Bakery hacen una masa esponjosa en unos moldes muy graciosos con formas de pez. Son los Tay Yaki y van rellenos de crema. También había pasteles, tartas, bollería y Cheesecake japonés.

  Como veis combinamos visitas culturales, ocio, parques y gastronomía, sobre todo dulce. Lola’s cupcakes es una franquicia que como su nombre indica ofrece estupendos cupcakes y que podréis encontrar en muchos sitios de la ciudad, hasta en el metro, com este puesto con su estética retro de carritos.

  Si lo que quieres es degustar un auténtico Afternoon Tea y sin arruinarte, te recomiendo este en Welcome Kitchen, no te pierdas el post que le dediqué al famoso té de las 5h. Todo un lujo para los sentidos.

  Una tienda que me gustó mucho fue Anthropologie, está muy cerca de la juguetería más famosa de Londres, Hamley’s, así mis niñas se quedaban con su padre en la sección de Sylvanian Families y yo hacía algunas compras.

  Además de vender ropa, en el sótano tienen menaje y accesorios para la casa, es diferente, no son los típicos platos que encuentras en cualquier sitio. Compré una huevera de loza y unas tazas medidoras de cobre muy bonitas.

  Por dos veces fuimos a esta juguetería, Hamley’s, que es el sueño de cualquier niño (siete plantas de juguetes). Desde casitas de muñecas, peluches, Lego, Star Wars, … , no sabían por donde empezar. Ellas también se llevaron souvenirs pero en forma de muñequitos de Sylvanian.

  Si viajáis con niños os recomiendo también la tienda de Lego.  Mapa de Londres hecho con piezas de Lego.

 Carroza de Cenicienta en la Disney Store

Tienda de M&M’s  en Leicester Square. Es gigante!!!!!!

  Y después de una buena sesión de tiendas toca una recompensa. Si te cansas de la repostería inglesa y quieres probar la escandinava no lo dudes, no hace falta salir de Londres, Nordic Bakery es tu sitio. Por supuesto me pedí un Cinammon Roll. Estaba delicioso y con una forma diferente, como un croissant al que le han cortado los cuernos. Incluso puedes comprar su libro de recetas.

  Además tienen sandwiches, refrescos, smoothies, pan de centeno, …

Para tomar un rico tentempié en pleno Soho londinense.

  Callejeado encontramos una librería un tanto peculiar. Con ilustraciones tan bonitas como estas. Se trata de House of Minalima. Es una exposición y tienda del arte gráfico de las películas de Harry Potter ™, y otras obras.

Con todos los escudos de las casas de los niños de Hogwarts.

  Y si eres fan de Harry Potter visita imprescindible para todo fan que se precie es ir al andén 9 ¾ en Kings Cross, la estación de El Expreso de Hogwarts aparece en todas las películas de Harry Potter. Echa un vistazo a los andenes 4 y 5, los que se utilizaron durante el rodaje, y hazte una foto empujando un carrito rumbo al mundo mágico atravesando la pared marcada como andén 9 ¾ (ojo, hay cola!!!). En las películas, se utilizó el exterior neogótico de la Estación de St. Pancras para representar la estación desde la que Harry subía a bordo del Expreso de Hogwarts así que fíjate bien en su fachada.

  Además, visita la tienda de Harry Potter, diseñada para parecerse a la tienda de varitas de Ollivander. O si dispones de tiempo y dinero ve al parque temático de Warner Bros. Studio Tour London – The Making of Harry Potter.

 Esta es la pastelería más antigua de todo Londres, dicen.

  Sí, llovía, por primera vez. Se nos truncaron los planes de enseñarles a las niñas la animada Covent Garden que tanto me gusta. A pesar de los paraguas nos mojamos de lo lindo, llovía de canto y con fuerza. Así que volvimos al hotel a cambiarnos y ya de paso pasamos por The Hummingbird Bakery en South Kensington, junto al hotel, e hicimos una parada técnica.

  Carrot Cake, muy buena pero mejor la de Borough Market, Red Velvet y Swirl Red Velvet Cheesecake. Todo muy rico, la verdad, no defrauda.

  Si os gusta la mostaza esta es una de las mejores, francesa, por cierto, Maille.

Otras pastelerías que no hay que perderse, menudos escaparates, Patisserie Valerie.

O Caffé Concerto, el lujo más barroco.

  Para mí la mejor pastelería francesa en Londres, delicioso es decir poco, PAUL es un must. Sólo el olor al entrar te embriaga. Probamos sus macarons gigantes de chocolate y un trozo de tarta llamada Craquant. Una tarta de capas de bizcocho de chocolate negro con mousse de chocolate, una fina capa de praliné crujiente y un glaseado de chocolate oscuro.

  Uno de los caprichos que me permití este viaje y que estaba deseando hacer fue ir a Peggy Porschen Cakes en la zona de Belgravia. Me encanta todo lo que hace esta mujer. ¿Os acordáis de las galletas decoradas Baby shower que hice hace unos años? Pues las hice siguiendo el libro Boutique Baking de Peggy Porschen. Fundada en 2.003 por Peggy Porschen y su marido no sólo es una pastelería al uso, preparan Tartas de boda y otros eventos para la lata sociedad londinense y además acoge en un local de enfrente una Escuela de Decoración de Tartas, Peggy Porschen Academy. La pastelería es un sitio pequeño con muy pocas mesas dentro y algunas más fuera. Tuvimos la suerte de que dejaran libre una mesa nada más entrar nosotros.

  A pesar de que no soy muy amiga del color rosa está decorada con elegancia, sin estridencias  ni ornamentos barrocos. Sirven porciones de tartas, cupcakes, galletas, … , se pueden recoger encargos o llevarse unas mermeladas caseras o algunos de sus libros y hasta moldes, cortadores, stands de tartas, … Incluso sirven botellitas de Moët Chandon Rosé Imperial!!!! Estaba decorada en modo Pascua. Las lámparas son como moldes de flan !!! Nosotros pedimos un capuccino, un Gingerbread Tea, un chocolate caliente, Rapsberry lemon & rose Cake (bizcocho tierno, cítrico y con la acidez de las frambuesas), Banofee Cupcake y Chocolate Heaven Cupcake muy muy buenos la verdad que valió la pena la merienda.

Un sitio muy recomendable.

Espero que os haya gustado este viaje por la animada Londres.

  Si tenéis la oportunidad de salir del centro de Londres os recomiendo estas tiendas especializadas en menaje y repostería: Kitchen Ideas, Windsor Craft Ltd, Sugar Shack,  y LakelandYo me conformo con verlas online, otra vez será. No me quejo, he visto sitios de Londres que desconocía, he hecho una muy buena ruta repostera. Me he reencontrado con un compañero del colegio que es concertista de piano y vive en Londres desde hace 8 años, él y su novia María, una enfermera filipina afincada en Londres, nos acompañaron una tarde de tertulia y compras por la ciudad y fueron muy amables. Me encantó que nos volviéramos a ver ¡y en Londres! Y lo más importante, mis niñas han disfrutado mucho del viaje. ¿Qué más se puede pedir? Pues esperar al siguiente, siempre.

 

 

  He traído mucho material para hacer nuevos posts practicando con estos libros y revistas, sólo de ojearlos ya tengo un montón de recetas pensadas. La hora del té se ha instaurado en casa.

  Y ahora a seguir con la mudanza, que las obras de mi nueva cocina empiezan YA. Un beso, nos vemos en poco tiempo con novedades.

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Afternoon Tea en Londres

  Hace un par de semanas estuvimos en Londres, en familia, niñas incluidas. Mi marido y yo habíamos estado hace más de diez años durante una semana recorriendo muchos de los típicos sitios de postal londinense, entrado a mil museos e ido a parques, mercadillos, … Así que esta vez, con las niñas, íbamos más relajados, sin agendas ni rutas, sobre la marcha, día a día, y a su ritmo. Pero una cosa que no quería dejar de hacer era la ceremonia del té de la tarde.

  El té es originario de China y se toma desde el año 2.737 a.C. y allí se convirtió en algo milenario y ceremonioso. El emperador Shen Nung estaba recolectando plantas y decidió descansar bajo un alto arbusto de té salvaje y hervir un poco de agua. Unas hojas de té cayeron en el agua caliente y el resultado fue una bebida refrescante a la que llamaron té. Se introdujo en Europa de la mano de comerciantes portugueses y alemanes aunque por circunstancias siempre se asocia a los ingleses porque lo toman con más asiduidad. En 1.658 en la corte inglesa, en la boda de Carlos II y Catalina de Braganza (portuguesa), se sirvió té y ahí comenzó todo. Barcos cargados de té desde la Compañía Británica de las Indias Orientales facilitaron que la corte pudiera tomar el té y que años después llegara a las clases menos pudientes.

  Para los británicos la pausa del té en el medio de la tarde (entre la comida y la cena) es la hora de parar y tomarse un respiro. Es una excusa para poner la tetera al fuego («put the kettle on«) y hacer una taza de té. Lo que nosotros hacemos tomando un café o los suecos en su fina o pausa para el café. Y si lo acompañamos de un sandwich y algo dulce pues ya tenemos el tan inglés Afternoon Tea. Fue la Duquesa de Bedford la que en el siglo XVIII creó el ritual del afternoon tea. Era una de las damas de honor de la Reina Victoria. Un buen desayuno, una comida ligera y una gran cena hicieron la necesidad de cubrir el hueco y el desmayo que sentía la Duquesa a media tarde, así que pedía que le llevaran un té unos pasteles a su cámara. Tantas veces la pidió que esta costumbre se propagó rápidamente a través de la Corte y alrededor del Palacio de St. James’s y por supuesto la tienda en Piccadilly de Fortnum & Mason’s. En 1707, el propietario de caballerizas Hugh Mason y el lacayo real William Fortnum establecieron un negocio juntos como tienda de comestibles y comerciante de té. Y por supuesto comenzaron a servir el famoso Afternoon Tea.

  Hasta hace un tiempo yo pensé que consistía en tomar una taza de té y unas pastas. Pero al parecer los británicos tienen su protocolo y últimamente se ha vuelto a poner de moda. Para todo hay modas y parece que  el té y toda su ceremonia vuelve a ser actual y no un ritual del pasado.

  Hay diferentes variantes:

  • Cream Tea que incluye un té y unos scones con clotted cream y mermeladas. Digamos que sería el más sencillo.
  •   Y el Afternoon Tea que sería una pequeña merienda salada y dulce que además del té consta de tres platos que suelen incluir finger sandwiches, scones con clotted cream y mermeladas y un surtido de dulces (bundts, Victoria Sponge Cake, cupcakes, …). Los sandwiches se cortan en tiras (de un dedo, de ahí lo de finger) o en triángulos. Los scones son unos dulces originales del siglo XV de Escocia pero se hicieron populares por todo el país, están los clásicos, con pasas, … , servidos con una especie de nata-mantequilla llamada Clotted Cream y con mermeladas. Pueden parecer secos o amorfos pero están riquísimos, me sorprendieron mucho.

  Me hacía mucha ilusión ir a Londres e invitar a mi familia a tomar un auténtico Afternoon Tea. Mirando por diferentes webs oficiales y blogs la verdad es que pensé que iba a ser un todo un lujo que se salía de mi presupuesto. Por supuesto las recomendaciones van desde tomarlo en el Ritz, en Harrods, en Fortnum & Mason en el elegante Diamond Jubilee Tea Salon, entre música de piano, una cuidada selección de sandwiches y scones y con nada más y nada menos que 82 variedades diferentes de té donde elegir, en el hotel One Aldwych de Londres ambientado en el cuento Charlie y la fábrica de chocolate, en el Oxo Tower Restaurant and Brasserie ambientado en la hora del té de Alicia en el país de las maravillas, el del hotel Claridge’s sin duda el favorito de los londinenses, el Orangery de Kensington Palace donde tenemos la opción de tomar el té en un auténtico palacio real o en The Cellarium, el espacio gastronómico de la Abadía de Westminster, bajo sus techos abovedados del siglo XIV. Hasta se puede tomar té en el autobús turístico de dos pisos!!!!

  Como veis las combinaciones son infinitas y el precio desde £20 a unas £100 libras por cabeza. Sí habéis leído bien. Y en alguno de ellos es imprescindible ir de etiqueta. Pues bien, una cosa es una cena pero para una merienda gastarse para cuatro personas entre £80 y £400  no entraba en mis planes. Mi primera opción fue Muriel’s Kitchen un sitio del Soho donde comimos que nos encantó tanto por el sitio, la decoración y la comida. Pero buscando, investigando e indagando me ceñí a una recomendación: en los museos de Londres (la mayoría gratuitos) sirven un Afternoon Tea excelente y económico.

  Pues bien, además me enteré que existe la versión inglesa de Groupon y que podía conseguir una merienda estupenda para 4 personas por £21 en Wellcome Collection, un Museo que tiene restaurante y cafetería y que ofrece un Afternoon Tea muy completo y delicioso. La diferencia es abismal con otros sitios. No, no es una abadía, un palacio ni un salón centenario pero está más que bien. Sin descuento el precio es de £11.50 por persona que tampoco está mal. Al museo no entramos, pero la merienda la disfruté muchísimo. Pude comprar el cupón y hacer la reserva online a continuación desde casa antes de viajar a Londres. Se sirve todos los días de 15 a 17:30h excepto los lunes que la galería permanece cerrada. Nosotros teníamos reserva a las 17h el domingo 19 de marzo para celebrar el Santo de mi marido y el Día del Padre.

  La Wellcome Collection combina tres galerías: ‘Medicine Man’, ‘Medicine Now’ y ‘exposiciones especiales’. Trata temas de la ciencia, la salud y la identidad humana. Los 1.300 objetos expuestos muestran la gran variedad que estos temas incluyen. Las obras de Leonardo da Vinci, Andy Warhol y Martin Parr se asientan junto a artefactos como la navaja de Nelson, el cepillo de dientes de Napoleón, las hojas de Guillotina usadas, un robot de secuenciación de ADN, … Charles Darwin también está representado aquí – por su bastón de ballena, completo con el detalle del cráneo. Hay exposiciones únicas, comenzando con «el corazón», con imágenes fascinantes de la cirugía de corazón vivo; Un video-link permite al público hacer las preguntas del equipo quirúrgico mientras llevan a cabo la compleja reconstrucción de una válvula cardíaca.

  Nosotros fuimos directos a la cafetería y tomamos una selección de mini sándwiches, scones recién hechos con clotted cream de Cornualles y mermelada de fresa Tiptree, una selección de pasteles y varios tés disponibles de hojas sueltas.

4 tés en teteras individuales, 4 servicios de té, 4 scones, 2 stands de 2 pisos. Merienda-cena

Sandwiches:

4 x salmón, crema fraîche y cebolleta
4 x pepino, queso suave y eneldo
4 x jamón y queso
4 x mayonesa de huevo y berros con mostaza

Mini cakes:

4 x mini cakes de limón y arándanos
4 x mini tartaletas de chocolate y caramelo
4 x macarons de frambuesa
2 x brownie con nueces
2 x St. Clements
4 x scones caseros con clotted cream y mermelada de fresa

Selección de té de hojas sueltas:

English breakfast
Earl Grey
Escaramujo e hibisco
Jengibre y limón
Manzanilla
Oriental Sencha
Poleo menta
Elderflower y limón

A mis niñas les encantó el té de jengibre y limón.

    Había tanta comida para una merienda

que pedimos que nos pusieron las sobras para llevar, en una cajita de cartón.

Me he traído unas cuantas cositas de souvenirs para preparar un Afternoon Tea en casa.

  Si quieres tomar el clásico Afternoon Tea sin morir en el intento puede que este post te sea útil. Es una manera de sentirse inglés por un día, tomar el té de las cinco sin arruinarse, sin pomposidad pero igualmente clásico y delicioso. Por cierto me encantó la vajilla!!!!

  El día que volvimos a Valencia fue el día del atentado en Westminster, una zona que obviamente como turistas transitamos varias veces. Cada uno tiene su destino, el nuestro era volver a casa sanos y salvos y eso que perdimos el avión de vuelta. Salíamos el martes, en teoría, pero llegamos y las puertas de embarque estaban cerradas así que por primera vez perdí un avión. Después del sofoco y lo del atentado se quedó en una mera anécdota la verdad.

  Mi viaje por Londres da para otro post: ruta repostera por Londres. Próximamente en el blog. Recordad que estoy de obras en casa y me prodigo últimamente poco por el blog. Prometo post para junio presentando mi nueva cocina!!!!

  SI TENÉIS ALGUNA DUDA, SI OS HA GUSTADO LA RECETA, DADLE AL ME GUSTA, COMPARTID O DEJAD UN COMENTARIO. GRACIAS POR LEER MI BLOG Y HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA. PATRI.

Quesada pasiega tradicional cántabra y algo más

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  El verano pasado volvimos a repetir vacaciones por el norte de España. Esta vez en la zona oriental de Cantabria, y también visitamos Vitoria y Bilbao. Hace dos veranos ya estuvimos en la zona de los Picos de Europa y Asturias. Esta vez nos alojamos en el municipio de Hazas de Cesto.

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  Y tenía pendiente hacer algún postre de la zona. Viajar al norte es adentrarse en la naturaleza, volver al medio rural y degustar una gastronomía que no defrauda. Además encontramos un alojamiento increíble, un herrero en una gran finca con parcela para que las niñas camparan a sus anchas. El hórreo es una construcción más típica asturiana, en Cantabria sería la cabaña pasiega pero a nosotros este pequeño tesoro nos encantó. La parte de abajo en lugar de abierta estaba cerrada y habían construido una cocina-comedor.

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  Los dueños del lugar nos proporcionaron además 4 bicicletas. Son las vacaciones ideales para las niñas y para nosotros. La mañana la dedicábamos a ver algún pueblo o ciudad, o hacer alguna excursión. Después de comer volvíamos al hórreo, nosotros aprovechábamos para descansar un poco, leer, o no hacer nada más que tumbarnos en el césped. Las niñas aprovechaban para jugar, correr e inventarse historias.

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  Luego cogíamos las bicis y nos íbamos por los caminos a ver a los caballos, las vacas, las ovejas, el río, … A las niñas les encantó ir a las Cuevas de Altamira y de El Soplao, o al Parque de Cabárceno donde disfrutaron de los animales, especialmente de los osos.

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  No sé por qué estos días me he acordado de nuestras vacaciones. Será la lluvia de estos días en Valencia. Será la idea de hornear unas quesadas pasiegas caseras. Será que me traje cuajo de allí y mantequilla de los Valles Pasiegos y no quería que me caducara. Y que este domingo, en Valencia, el tiempo sólo invitaba a recogerse en casa y encender el horno. Así pues, con leche fresca de vaca y cuajo natural bovino, preparé el queso tradicional con el que se prepara este típico postre cántabro, la quesada pasiega.

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En Hazas de Cesto, donde nos alojamos, probamos unas cuantas quesadas pasiegas.

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  Y sobaos, bollos, magdalenas y un par de postres que nos trajimos de Bilbao uno de los días que visitamos la ciudad. El típico pastel vasco y un Goxua. Como veis allá donde voy me gusta probar la repostería típica.

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Como veis hice acopio de mantequillas del lugar.

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Y más quesadas …

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Arroz con leche.

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Cuajadas … Vamos que las vacas conmigo tienen faena jejeje.

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Y vinimos encantados de comer cocido montañés. Que no sólo de dulce vivo yo.

  Cantabria es una región de gran tradición repostera. La excelente calidad de la leche y sus derivados, han sido durante siglos la base de la repostería artesana cántabra, con dulces tan exquisitos como la “Quesada pasiega” o el universal “Sobao pasiego”.

  La quesada pasiega tradicional se puede tomar fría o bien templada al poco de salir del horno. Yo la prefiero tomar al día siguiente, más cuajada pero no fría. Su aroma a limón y canela, se deshace en la boca, y hacen de ella uno de esos dulces cántabros que tanto me gustan.

  La quesada original se preparaba horneando una pasta compacta hecha con queso pasiego fresco o  «queso de las pasiegas», mantequilla, huevos, miel, harina, cáscara de limón y canela. Es un queso elaborado con leche de vaca fresca que se cuajaba, para luego trocearlo en pequeños pedazos. La cuajada pasaba, una vez escurrida, a una tabla hasta quedar por completo sin suero. La quesada pasiega es un postre típico de los Valle Pasiegos y es uno de los postres más representativos de Cantabria. El término “pasiego” se refiere a algo cuyo origen se encuentra en el valle entre ríos Miera, Pisueña y Pas; bello paraje verde y ondulante en el que abunda el ganado y, por ende, la leche y el queso, ingrediente fundamental de esta tarta parecida al budín.

  El origen de la quesada es un tanto incierto, pero sabemos que en El Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita, en el S.XIV y también en el libro de cocina de Rupert de Nola, en 1.529, se habla del queso asadero, por ser un queso que mejora mucho asándole, así como de una receta muy próxima a la de la quesada.

  La importancia de la mantequilla en la quesada pasiega es innegable. Este producto marcó siempre la desigualdad entre los pueblos del norte de España y los del Sur. Arriba la mantequilla y abajo la oliva. La utilización de la mantequilla fue una de las herencias bárbaras recibidas por los pueblos del norte del país. Por su color y textura, era utilizada en las ceremonias religiosas de bretones e irlandeses. Otro producto primordial es la leche que procedía de las vacas de los valles pasiegos. Leche fresca, con cuerpo, para elaborar el queso. Y también el azúcar, que entró en España de la mano de los árabes y cuyo origen generalizado no se produce hasta el siglo XIII. Por ello, se cree que los primeros sobaos y quesadas se elaboraban con miel, abundante en los bosques de Cantabria.

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  De las virtudes de la quesada y su relación con la economía pasiega podríamos referirnos en los mismos términos que en el sobao. Se trata de un dulce simple y sencillo, pero cuyo éxito depende en buena medida de la calidad de la leche de la raza vacuna pasiega. El queso fresco salía de las ubres de una raza autóctona, preparadas durante siglos para la producción de leche de características peculiares por gentes, los pasiegos, que lo hacían con mentalidad de pastores. Éstos llevaban  el ganado en la primavera y verano a las branizas (prados robados al bosque) en compañía de toda la familia, con el nomadismo propio de los pastores, para estabularlo posteriormente en invierno y alimentándolo únicamente con heno.

  Cuando el consumidor de hoy en día degusta una quesada, en cierto modo, está reviviendo las características sutiles y sensuales del hogar pasiego. El sabor a humo del horno, las delicias de la mantequilla casera, de extraordinarias características organolépticas, las reminiscencias animales del odre, el gusto de los huevos de gallinas bien libres, el sabor seco de trigos perfectamente seleccionados para hacer el pan y las características de un azúcar que se adapta perfectamente al recocido, producto caro y prestigioso, que dejó en segundo plano a la miel. Toda una delicia para el paladar y una buena manera de saborear lo más genuino del pueblo cántaro. Fuente: Libro Ruta Gastronómica por Cantabria, de Inés Butrón.

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  Aunque hay gente que prepara este postre con queso fresco, yogur o cuajada yo he querido hacerlo a la manera tradicional. Aunque no he podido conseguir leche fresca cántabra sino la leche fresca, los huevos son recién puestos y la mantequilla pasiega.

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En Cantabria hay máquinas dispensadoras de leche fresca como esta de La Cántara.

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Yo me he conformado con una leche fresca uperisada.

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  Espero haberme acercado a la receta tradicional aunque la leche no sea cántabra. Espero que os guste.

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  La receta que os presento la recoge Concepción Herrera de Bascuñan en el libro “Cocina Cántabra”. Es una receta muy antigua, de 1.895, cuando las quesadas se elaboraban en los hornos de leña al sacar el pan. Y la encontré también en el blog Sweet & Sour, toda una delicia de su autora Virginia.

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El sabor denso con aromas a cítricos y canela es mi perdición.

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Tengo especial predilección por los postres de toda la vida.

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No hay nada más sencillo y delicioso.

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Quesada pasiega

INGREDIENTES  (para 8 porciones):

– 1 litro de leche fresca entera pasteurizada

– 2 cucharadas o TBSP de cuajo (lo venden en farmacias)

– 4 huevos tamaño M

– 250 g de azúcar

– 100 g de mantequilla

– Ralladura de 1/2 limón

– 1 TSP o cucharadita de canela

– Una pizca de sal

– 100 g de harina

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Una vez obtenida la leche cuajada reservar.

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  Precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. En un bol grande batir los huevos con el azúcar y añadir la mantequilla previamente derretida y dejada de nuevo enfriar. Por otro lado añadir a la leche cuajada la ralladura de limón, la canela y la pizca de sal. Mezclar con una cuchara sin deshacer demasiado los grumos y verter en la mezcla de huevos. Por último añadir la harina y mezclar con una cuchara o espátula dejando la masa más bien gruesa, sin deshacer todos los grumos. Preparar un molde cuadrado o rectangular untado con un poco de mantequilla y colocar papel de horno, espolvorear con un poco de azúcar y canela. Verter la masa sobre el molde. Hornear durante 8 minutos a 200ºC y luego durante 45 minutos a 180ºC. Pasada media hora de estos 45 minutos subir la bandeja del horno al tercio superior.

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  Este es el aspecto dejándola enfriar un poco, 30 minutos después de hornear. Está más granulosa, «menos cuajada».

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  Se puede tomar templada o dejar reposar hasta el día siguiente.

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  Si la refrigeráis tened en cuenta que para apreciar mejor su sabor ha de estar templada así que sacadla de la nevera 30 minutos antes de servir. Yo la he probado de las dos maneras. Recién hecha es como más sedosa, menos compacta.

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  Al día siguiente está como más cuajada. Deliciosa de cualquier manera. En el desayuno, merienda o de postre, cualquier momento es bueno para degustar este típico postre cántabro que tantas ganas tenía de hacer en casa.

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