Hace un tiempo encontré una página muy interesante, The transplanted baker, es una bloguera estadounidense que se enamoró de un noruego y se fueron a vivir a ese país escandinavo que tanto venero. Lo suyo con este país fue un flechazo en el momento en que visitó la ciudad de Bergen. Pues algo así me pasó a mí con Bergen, aunque yo no me he casado con un noruego, el mío es valenciano. La primera vez que estuve allí pensé de inmediato que era la ciudad más bonita que había visto en mi vida. He visto algunas de las ciudades que se supone son las más bonitas del mundo, pero ninguna me ha causado tal impresión. Fue un síndrome de Stendhal en toda regla. No soy muy de poner fotos de mis viajes pero esta vez haré una excepción. No podía desaprovechar la ocasión, estos bollos son característicos de Bergen y ésa es mi ciudad favorita del mundo mundial. Después de enseñados la receta os mostraré algunas fotos más de Bergen, la puerta de los fiordos noruegos, o por qué me enamoré de Noruega la primera vez que la vi. He tenido la suerte de visitar esta maravillosa ciudad en tres ocasiones, y volveré, de eso estoy segura.
Para esta hacer esta receta tuve que recorrer unas cuantas herboristerías porque el cardamomo no es de las especies más usuales. Encontrarlo molido en tienda, imposible. Para que fuera más auténtico hice faena de chinos: abrí las vainas, saqué esas pequeñas bolitas entre pardas y negras y las molí con un molinillo de pimienta. Menos mal que sólo necesitaba 2 TSP. Yo no tenía pearl sugar cogí una especie de terrones planos con forma de cara de Papá Noel y con la maza de la carne le di unos golpes, se hicieron cachitos, pues ala, pearl sugar casero. Si queréis ver la receta original clicar aquí.
Bergen Skillingsboller
(Rollos de canela y cardamomo estilo Bergen)
INGREDIENTES (salen 24):
Masa
– 1 kg de harina de fuerza (yo usé 12 g)
– 500 ml de leche entera
– 150 g de azúcar
– 1 cucharada y 1/2 o TSP de sal
– 1 cucharada sopera o TBSP de cardamomo (yo usé 2 cucharaditas o TSP de cardamomo recién molido)
– 1 huevo L
– 50 g de levadura fresca ó 2 cucharadas soperas y 1/2 o TBSP de levadura seca de panadero
– 150 g de mantequilla sin sal cortada en dados
Relleno:
– 125 g de mantequilla muy blanda o derretida
– 125 g de azúcar (preferiblemente light brown sugar)
– 2 cucharadas soperas o TBSP de canela
– 200 g de pasas hidratadas (ablandadas en agua templada unos 10 minutos)
– 200 g de almendras (en láminas o troceadas)
– 1 huevo batido para pincelar los rollos antes de hornear y azúcar extra para esparcir sobre la superficie (preferiblemente pearl sugar)
Si utilizáis levadura fresca disolverla en la leche. Luego mezclar todos los ingredientes en un bol grande y amasar a mano (échale músculo) o con la ayuda de un robot con garfio amasador. Amasar al menos 10 minutos, es importante para que la física active la química, es decir, se forme el gluten que hará que la masa quede tipo bollo, esponjosa. La masa no debe quedar pegajosa. Cuidado con pasarse o quedarse corto de harina. Es mejor poner de menos y luego ir añadiendo.
Añadir la mantequilla refrigerada en dados y mezclar bien hasta que se integre en la masa. Colocar la masa en un bol grande, cubrir con papel film o paño húmedo y dejar que aumente su volumen al doble, ha de leudar a temperatura templada (puede ser en horno a 30º si hace frío) al menos 1 hora y media. También podéis refrigerar toda la noche. Y digo grande porque yo lo puse en uno mediano y casi rebosa, menos mal que llevaba el film.
Preparar la mezcla de azúcar y canela y en dos boles pequeños las pasas y las almendras. Una vez levada la masa amasar bien que no queden trozos de mantequilla sin aplastar y extender con un rodillo hasta dejar un rectángulo de más o menos 30 x 70 cm o dos de 30 x 45 cm (yo lo hice así). Extender la mantequilla blanda o derretida sobre el rectángulo con la ayuda de un pincel dejando unos 3 cm sin cubrir, como podéis ver en la foto. A continuación verter la mezcla de azúcar y canela y extender dejando ese hueco libre otra vez. Aplastar con la ayuda de las manos. Luego repartir las pasas y almendras por encima. Batir el huevo y untar el trozo que habíamos dejado libre con la ayuda de un pincel.
Sin apretar demasiado y tampoco demasiado poco ir enrollando la masa empezando por la parte más ancha hasta llegar al final que hemos sellado con huevo batido. Primero cortar por la mitad luego otra mitad así es más fácil que a ojo hacer 12 ó 24 porciones. Lo mejor es utilizar un cuchillo con sierra. Colocar las porciones en una bandeja de horno con papel y chafar un poco en el centro. También hay quien prefiere ponerlos en un molde redondo y juntarlos, que se toquen. En lugar de porciones individuales queda como un tarta de rollos de canela. Cubrir con papel film y dejar que leude 1 h más.
Precalentar el horno a 175ºC, con la ayuda de un pincel pintar la superficie de los rollos con huevo batido y espolvorear el azúcar. Hornear a media altura durante 20 minutos o hasta que se dore la superficie. Dejar que se templen un poco y a disfrutar. Podéis dejarlos 1 ó 2 días en un recipiente hermético o congelarlos.
Recién horneados es como están más buenos. Llevan más faena por los tiempos de levado pero entre medias puedes aprovechar el tiempo para hacer otras cosas. Vale la pena la espera. Están deliciosos!!!!!!!
Esto no va a ser una guía al uso de Bergen, no me voy a alargar, sólo mirad … y admirar la belleza, no importan los museos o sitios donde entremos o esculturas, que los hay. Es una ciudad bonita por sí sola, por su salvaje naturaleza y su arquitectura tan característica. Viajemos a Bergen, Noruega.
Bergen es la puerta a los fiordos, aquí empiezan muchos cruceros su travesía
Está rodeada de siete colinas, esta es una de ellas
Es una postal típica, sus casas del Bryggen y el puerto
No importa si llueve o hace sol, siempre lucen sus colores
Además tienen pequeñas marcas distintivas
unas de otras
Debido al clima lluvioso luce verde y florida
No en vano llueve dos de cada tres días, hasta hay una máquina expendedora de paraguas!!!!!
Eso sí, si luce el sol se disfruta mucho más, sobre todo el Fisketorget, el mercado de pescado
Pescado y marisco fresco, típico noruego, la variedad de ahumados es muy apetitosa
La madera es el material favorito para revestir sus casas y protegerlas del frío
Además de pescado y marisco no olvidemos los frutos del bosque
Haciendo una buena compra en el Fisketorget te puedes preparar platos como estos para degustar en casa
La Rosenkrantz tower junto al Håkon’s Hall y Mariakirken, la iglesia de María bien merecen un paseo
Perderse por el Bryggen hanseático o por la parte antigua, Gamle Stan es imprescindible
Monumento al violinista noruego Ole Bull nacido en Bergen; junto a
Edvard Grieg máximos representantes de la música clásica noruega
Evidencia de su pasado vikingo, hasta las alcantarillas tienen su aquel
St Johannes kirke, otra iglesia situada en un montículo, si os apetece pasear … Detalle de un edificio cercano al Bryggen
Atardecer en Bergen desde la casa que alquilamos
Toda Bergen es una postal
Los trolls de la mitología escandinava también están presentes
Subiendo con el funicular Fløibanen se accede al monte Fløien
Las vistas son impresionantes
Recorrer las afueras de Bergen no tiene desperdicio. Lysøen, la isla de la luz, lugar de residencia del citado violinista Ole Bull
El Flåmsbana o tren de Flåm no hay que perdérselo
Ofrece unas vistas del valle de Voss que parecen de cuento
La naturaleza te envuelve
Parada obligatoria en el recorrido del Flåmsbana, la Kjosfossen
Es una de las tantas cascadas que recorren Noruega
Como en un espejo
Aurlandsfjorden, el fiordo de Aurland bien merece la pena
Las vistas anteriores son desde estas cabañas típicas de pescador
A estas yo las llamo las casas peludas
Otra excursión muy recomendable desde Bergen, fácilmente accesible en bus
La Fantoft stavkirke, la iglesia de madera de Fantoft
Curiosas y coquetas casas,
como la casa donde nos alojamos en Bergen, toda una experiencia, además fue muy especial. Estaba embarazada de mi primera hija.
¿Queréis más motivos para visitar este país? Noruega es un paraíso de la naturaleza. Los glaciares nos dejaron estos fiordos
para disfrutarlos en todo su esplendor. En unas semanas visitaré Stavanger, prometo más fotos tan hermosas como estas.
SI TENÉIS ALGUNA DUDA, SI OS HA GUSTADO LA RECETA, DADLE AL ME GUSTA, COMPARTID O DEJAD UN COMENTARIO. GRACIAS POR LEER MI BLOG Y HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA. PATRI.
Yo he estado solamente una vez en Bergen y ha sido hace un mes, pero como tú me he enamorado de la ciudad, aunque mi enamoramiento comenzó hoy hace exactamente un año, cuando mi hija fue a estudiar allí, e iba contándome cosas de la ciudad y lo muy bien y encantada que se encontraba en ella. Desde luego me gustaría volver. Muchas gracias por la fantástica receta de los skillingsboller, me gustaron muchísimo y voy a intentar hacerlos.
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Hola Nati, me alegro de que te haya gustado el post y la receta.
Verdaderamente es una ciudad maravillosa. Y de la bollería ni hablamos jejeje.
Si los haces ya me contarás. Un saludo y gracias por pasarte por mi blog.
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